Luego de un año de búsqueda, la Policía ubicó y detuvo al presunto autor de un doble asesinato ocurrido en Santo Domingo, en septiembre de 2014.

Sin embargo, la captura de Cristian C. M. H., de 32 años, puso en riesgo la vida del fiscal que dirigió el operativo y la de varios uniformados. En un intento por evitar ser aprehendido, el supuesto delincuente apuntó con un arma de fuego al representante del Ministerio Público y con un machete intentó agredir a los gendarmes.

No obstante, en una rápida acción los agentes neutralizaron al individuo, que se había escondido en una vivienda de la parroquia Santa María de Toachi, la misma zona donde se produjeron los crímenes.

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Las víctimas fueron identificadas como Bélgica del Rocío Párraga, de 29 años, conviviente del sospechoso, y su tía Digna Ponderosa Párraga, de 45. Ambas fueron asesinadas a disparos y sus cuerpos arrojados en un camino empedrado que conduce al recinto La Corina.

Se conoció que la pareja se había separado, dos meses antes de los crímenes, por la violencia que supuestamente sufría Rocío Párraga.

La mujer, según familiares, se había ido a vivir a Guayaquil con sus dos hijos, pero al volver a Santo Domingo, el sujeto cumplió sus amenazas de acabar con la vida de ella.

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Cuando Rocío y su tía salieron de la casa para vender maquillaje donde sus vecinas, Cristian C. M. H. las interceptó y les disparó a quemarropa.

El coronel Jaino Bustillos, jefe (e) de la Policía de Santo Domingo, recordó que el individuo estaba en la lista de los más buscados de la provincia Santo Domingo de los Tsáchilas, y que contra él había una boleta de captura vigente.

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Por ello, la madrugada de ayer los agentes incursionaron en dos viviendas, una de las cuales servía como escondite del ahora aprehendido.

Bustillos indicó que en poder del sujeto encontraron un revólver con diez cartuchos y un machete, los cuales fueron recogidos como evidencia.

En un intento de huir, el individuo se trepó al techo de la casa y luego se adentró en la maleza del sector.

Pena
El artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece que: “La persona que mate a otra será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años...”. (I)

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