La mañana estuvo fresca. No hicieron falta gorras ni sombreros; pero sí ropa ligera para caminar cómodo en la autopista Narcisa de Jesús, en el norte de la urbe, donde se realizó la parada militar por los 195 años de independencia de Guayaquil.

Los grupos familiares caminaron unos dos kilómetros desde la estación de la Metrovía para llegar a la zona de la tarima de autoridades, encabezadas por el presidente Rafael Correa, y poder apreciar el desfile de las diferentes unidades de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), que mostraron su arsenal de combate, incluidos tanques, aviones supersónicos y helicópteros.

El vertiginoso vuelo de las aeronaves por el nublado cielo guayaquileño emocionó a padres e hijos, que expectantes alzaban la vista al oír el retumbar de las aeronaves. Ellos admiraron también a los Granaderos de Tarqui que iban a caballo, con sus vistosos uniformes azul, rojo y blanco. Ellos son los guardias del Palacio de Carondelet, en Quito, y llevan un característico morrión (casco) con un escudo metálico del Ecuador.

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En escuadra, aviones de combate surcaron el cielo, ayer.

El público fue respetuoso con los laureados combatientes del Cenepa. Vestidos de camuflaje y con boinas negras, desfilaron llevando carteles en los que se leía nombres de aquellos soldados fallecidos por defender el territorio nacional, en 1995.

Aplaudió a los cadetes de la escuela militar Eloy Alfaro, a los de la escuela de aviación Cosme Renella, a los de la escuela naval Rafael Morán Valverde, entre otros, que ofrecieron su homenaje a Guayaquil y que iban a paso gallardo, acompasado, señorial y respetuoso.

Los infantes de marina, los infantes aéreos, el grupo de caballería mecanizada, los del Ejército... se mostraron recios. Llevaban bazucas, otros sus fusiles. Iban a pie o a bordo de tanques y camiones. Algunas plataformas transportaba lanchas guardacostas. La autopista tuvo espectadores en una franja de al menos dos kilómetros.

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El Cuerpo de Guardacostas accedió a tomarse fotografías con los niños que asistieron con sus padres al desfile en la autopista.

Una hora duró la parada militar. A las 11:00, la voz que narraba el desfile anunció el retiro de las dos bandas de música que pusieron ritmo a la marcha.

Las familias empezaron a retirarse, o más bien, a concentrarse en torno a las plataformas que transportaron a las lanchas de la Armada del Ecuador, que estaban estacionadas.

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Los padres subieron a sus niños para tomarles fotos. Los militares dieron apertura para las gráficas del recuerdo, incluso hicieron de modelos, amables.

Habían pasado dos años de un desfile del 9 de Octubre en la autopista Narcisa de Jesús. El próximo se repetiría en 2017, pues ya no hay marchas cada año por un asunto de presupuesto. “Ha estado muy bonita la parada militar, cada que puedo, vengo. Vine acompañada por mi familia”, decía una congratulada Viviana Chele, habitante del sur de la ciudad.

Guayaquil vivió su parada militar, aunque duró una hora, lapso que fue disfrutado por los que llegaron puntuales. (I)