El primer grupo de solicitantes de asilo de origen eritreo partió este viernes de Italia hacia Suecia, primer traslado de este tipo en Europa, mientras el flujo de migrantes a Grecia se aceleraba, con la llegada de un promedio de 7.000 por día.

La jornada también estuvo marcada por el visto bueno de Naciones Unidas a la operación militar europea contra los traficantes de seres humanos frente a las costas de Libia que, aunque no era indispensable, le otorga una mayor legitimidad.

Un primer grupo de 19 eritreos rescatados en el Mediterráneo despegó a bordo de un avión de Roma rumbo a las inmediaciones del círculo polar ártico en Suecia, en el marco de la política de reparto de 160.000 refugiados en dos años, adoptada con dificultad por la Unión Europea.

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"Este avión representa la victoria de una Europa que sabe ser solidaria y responsable, que salva vidas", declaró el ministro del Interior, Angelino Alfano, al despedir el grupo.

Estos 14 hombres y cinco mujeres llegaron durante la tarde a Lulea, donde la temperatura era de 2ºC, antes de montar a un autobús amarillo rumbo a un gran centro de acogida.

Un centenar de demandantes de asilo en Italia y otro tanto de Grecia deberán viajar en las próximas semanas hacia Alemania, Holanda y los demás 28 países de la Unión Europea, anunció Italia.

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En Nueva York, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por 14 votos a favor y la abstención de Venezuela otra medida europea para hacer frente a la crisis migratoria, en concreto la operación militar "Sophia", que desde el miércoles busca interceptar las embarcaciones de traficantes de migrantes frente a Libia.

La resolución adoptada por la ONU es "una pequeña parte de la solución para un enorme desafío", dijo ante el Consejo el embajador británico Matthew Rycroft.

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Al mismo tiempo, las operaciones de rescate continuaban frente a las costas de Libia, donde las travesías de migrantes parecen acelerarse antes de la llegada del invierno y el mal tiempo.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló un fuerte aumento de las llegadas de migrantes a Grecia, que pasaron de las 4.500 diarias a finales de septiembre a las 7.000 por día actuales.

Estas operaciones no impiden, sin embargo, las tragedias repetidas en el Mediterráneo, donde más de 3.000 personas han fallecido desde inicios de 2015 intentando llegar a Europa. En la noche del jueves, un bebé de un año se ahogó cerca de la isla griega de Lesbos.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde principios de año han llegado 575.544 migrantes a Europa vía el Mediterráneo. (I)

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