La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, perdió una importante batalla legal cuando la corte federal de auditorías rechazó las cuentas fiscales del año pasado de su Gobierno, despejando el camino para que sus opositores intenten realizar un juicio político en su contra.

En una votación unánime, la Corte Federal de Cuentas de Brasil (TCU, por sus siglas en portugués) determinó el miércoles que el Gobierno de Rousseff manipuló presuntamente sus cuentas en el 2014 para ocultar un creciente déficit fiscal, en momentos en que la mandataria realizaba una campaña para obtener la reelección.

El fallo, el primero de la TCU –un órgano que asiste al Congreso y que fiscaliza las cuentas de otros poderes del Estado– contra un presidente brasileño en casi 80 años, no es legalmente vinculante, pero será utilizado por legisladores de oposición para justificar el inicio de un juicio político contra la líder izquierdista en un Congreso cada vez más hostil con el Gobierno.

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Esta corte también detectó retrasos en los pagos del Gobierno a entidades financieras públicas destinados a planes sociales, obligándolas a usar recursos propios, lo que está vedado por la ley de responsabilidad fiscal que no permite que la banca pública conceda créditos al Tesoro.

El despacho de Rousseff informó que no existen fundamentos legales para el fallo y afirmó en un comunicado que la Corte sancionó indebidamente acciones adoptadas por su Gobierno para mantener activos los programas sociales que favorecen a los pobres del país.

Los líderes opositores se abrazaban y celebraban luego de que el fallo fue anunciado en el Congreso.

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El informe será entregado al Congreso para su evaluación, donde podría iniciar un largo periplo, que comienza en la comisión de presupuesto, y que alienta las expectativas de partidos opositores como el PSDB (centro), que fue derrotado ajustadamente en las elecciones de octubre del año pasado, que quieren abrir un proceso de impeachment (destitución) contra Rousseff.

El deterioro trajo de vuelta la figura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), que se involucró en una reforma que cedió espacio en el gabinete a su socio el PMDB (centro) para ganar sustentabilidad y neutralizar una eventual votación en favor del impeachment. (I)