Una especie de abanico de colores verde, plateado y dorado se divisó cuando dos bailarinas agitaron rápidamente y en forma semicircular sus faldas largas. La danza libanesa comenzaba con una muestra de movimientos atractivos.

Detrás de ellas, otras seis bailarinas, en dos hileras, se abrieron paso con más colorido; el verde, fucsia, rojo, celeste y amarillo de los mantos que movieron formando un zigzag vertical, con el que parecían envolver la atención del público.

Ese espectáculo, acompañado de baile flamenco, tango, vals, mariachi, entre otros ritmos, fue parte de la inauguración de la Feria de Guayaquil, a las 13:00 de ayer, en el Centro de Convenciones Simón Bolívar.

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El certamen se efectúa por segundo año y es una de las opciones para festejar a la urbe que mañana cumple 195 años de independencia.

Antes de las danzas extranjeras se expuso el folclor ecuatoriano de la Costa y Sierra. Hubo baile montubio, marimba, sanjuanito y cachullapi.

“Es un festival cultural también, a más de la oferta comercial”, opinó Geoconda López, quien presenció la inauguración junto a su hijo.

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El evento tiene 180 estands en los que se ofrecen artesanías manabitas, como pulseras y collares de tagua, alpargatas con novedosos diseños, confeccionadas por artesanos quiteños, entre otros artículos.

“Es la primera vez que venimos a participar, sabemos que hay mucha concurrencia, eso nos motivó”, dijo Verónica Díaz, una de las expositoras.

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La gastronomía también tiene su espacio en el evento, que estará abierto hasta el domingo en horario de 11:00 a 23:00. Doce establecimientos que participaron en la Feria Raíces 2015 ofrecen sus platos estrella.

Arroz con menestra y carne asada, piqueos como humitas, empanadas y bolones, encebollado, pescado frito y hornado son algunas alternativas.

La Feria de Guayaquil también recrea con gigantografías y otros accesorios los sitios icónicos de la Perla del Pacífico.

A la entrada, por ejemplo, hay una imagen de la Columna de los Próceres en la que familias como la de Leonardo Acuña se tomaron fotos, ayer.

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Marco Gutiérrez y su esposa Aida Panchez, en cambio, se fotografiaron junto a la réplica de la imagen del Cristo de Consuelo que se levantará en el sector de El Cisne, en el suroeste.

Este año la feria, cuya entrada vale $ 3, se amplió y ocupa 5.100 metros cuadrados. También hay música en vivo. (I)