El arte desintoxica, ese es el lema y eslogan de Reheart, un proyecto realizado por seis alumnos de carreras como Comunicación Escénica, Relaciones Públicas, Marketing y Psicopedagogía de la Universidad Casa Grande, quienes en el marco de los proyectos de aplicación profesional han desarrollado talleres de teatro dirigido a pacientes de centros de rehabilitación de drogas.

Gabriela Lazo, estudiante de Marketing, comenta que Reheart nace de una extensa investigación con profesionales de la psicología y el teatro, de tal manera que se identificó la necesidad de tener actividades lúdico-educativas que impulsen el talento, aptitudes artísticas y que colaboren con el proceso de reinserción social, dándoles así una segunda oportunidad de vivir limpios de las drogas a los internos de los centros.

El taller se compone de 4 módulos y los imparten la actriz Itzel Cuevas, el director y actor Marcelo Leyton y la locutora Silvia Marín, quienes dan clases de dramaturgia, cuerpo, voz e interpretación. Cada una de las clases cuenta con la asesoría y evaluación de los directores y psicólogos de los centros. Esta iniciativa piloto comenzó el 7 de septiembre en el centro Clínica de la Conducta (cdla. Miraflores) y en el centro Nueva Luz (cdla. Martha de Roldós) y se extenderá hasta mediados de octubre.

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Itzel Cuevas, profesora de cuerpo e interpretación, indica que cada una de las clases le proporciona al tallerista herramientas que le ayuden a través del juego a conocerse, a indagar en nuevas formas de comunicarse y relacionarse.

Este tipo de talleres mejora el autoestima, genera empatía, potencia la individualidad de cada uno de los integrantes para generar un trabajo grupal óptimo, alimenta la imaginación y la comprensión. Asimismo busca fomentar y explotar los recursos de cada personalidad para mejorar a los talleristas como seres humanos, asegura la profesora.

Jesse Gallardo, estudiante de Comunicación Escénica, expresa que el ser parte de este proyecto ha sido una experiencia enriquecedora y gratificante, y que a pesar de que se han encontrado con algunas dificultades, todo esto ha sido un proceso de aprendizaje continuo y que todos sus compañeros lo están disfrutando mucho; cree que los chicos que son parte de este taller lo están pasando bien y están aprovechando esta experiencia.

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Paúl, paciente del centro Clínica de la Conducta, entró hace dos meses al centro por abuso de sustancias psicotrópicas y cree que el ser parte de estos talleres le ha ayudado en su tratamiento, puesto que tiene una actividad en la cual ocupar su tiempo además de las charlas y terapias propias del centro. Le parece entretenido y muy provechoso ser parte de Reheart ya que espera poder demostrarle a su familia lo que ha aprendido en el transcurso de este tiempo.

Reheart tiene pensado culminar el proyecto el 19 de noviembre con una obra final construida a partir de las vivencias y experiencias de los mismos chicos de los centros con el cual se demuestre a sus familiares e invitados especiales los conocimientos adquiridos y se les reconozca el esfuerzo y dedicación al taller en estos dos meses.

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Gustavo Jara, estudiante de Relaciones Públicas, cuenta que Reheart ha logrado llamar la atención de marcas y empresas ecuatorianas socialmente responsables como Publisab y Comandato que se han unido al proyecto como auspiciantes; y que además siguen abiertos a recibir el apoyo de más empresas que quieran colaborar con esta causa. (I)