La Corte Federal de Cuentas de Brasil rechazó el miércoles el manejo de las cuentas del año pasado del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, allanado el camino para un potencial juicio político a la asediada mandataria.

En una votación unánime la corte, conocida como TCU, dictaminó que Rousseff cometió una serie de irregularidades para cubrir un amplio déficit fiscal el 2014. Es la primera vez que el organismo rechaza las cuentas de un jefe de Estado en casi 80 años.

En otro día negro para el gobierno, que ahonda la crisis que vive la séptima economía global, los auditores objetaron los gastos señalando que se habían maquillado los números para mejorar el resultado fiscal y que habían detectado distorsiones en la administración de fondos por hasta 106.000 millones de reales (27.390 millones de dólares al cambio actual).

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Aunque la decisión no es legalmente vinculante, podría ser utilizada por la oposición para generar un caso de juicio político contra Rousseff en un Congreso cada vez más hostil hacia la mandataria. (I)