La precandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton presentó este lunes una serie de propuestas para endurecer la legislación federal, después del tiroteo de la semana pasada en un campus universitario estadounidense de Oregon, amenazando incluso con actuar por decretos.

La piedra angular de su plan es evitar que los criminales violentos, personas acusadas de violencia doméstica o con enfermedades mentales graves adquieran armas de fuego, indicó su equipo de campaña.

"Estoy decidida a actuar y voy a tratar de todas las formas posibles evitar que estas armas caigan en manos de personas que no las deberían tener", dijo Clinton a la NBC.

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Si el Congreso continúa negándose a aprobar una ley que generalice las verificaciones de antecedentes a todas las ventas de armas, especialmente en internet y en lugares especializados, la candidata se comprometió a actuar administrativamente.

Clinton quiere someter a los vendedores de armas no regulares, a partir de un cierto volumen, a las normas vigentes para los armeros. Entre el 20% y el 40% de las ventas de armas escapan a los controles, de acuerdo con la candidata.

La demócrata propuso también prohibir comprar armas a personas que tengan que someterse a un tratamiento por enfermedad mental grave, como era el caso del asesino de la universidad Virginia Tech en 2007.

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La masacre del jueves en el estado occidental de Oregon -que se saldó con diez muertos, entre ellos el atacante- reabrió el debate de las armas en el país.

De un lado se encuentran quienes se oponen a cualquier tipo de control sobre las armas, en nombre de la sacrosanta segunda enmienda de la Constitución, que consagra el derecho a poseer armas.

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Del lado opuesto, las asociaciones que luchan contra la libre proliferación de armas han perdido la esperanza en una adopción rápida por parte del Congreso de una ambiciosa ley nacional. (I)