El número de muertos por un alud que destruyó una aldea en la periferia este de la capital guatemalteca aumentó a 131, mientras que 300 siguen desaparecidos, informó ayer una fuente oficial.

Julio Sánchez, del cuerpo de bomberos voluntarios, afirmó que todos los cuerpos recuperados fueron trasladados a la morgue provisional en el municipio de Santa Catarina Pinula, unos 15 km al este de la capital, lugar donde se encuentra la aldea Cambray II que fue arrasada por toneladas de tierra la noche del jueves pasado.

Las tareas de rescate se habían reanudado ayer a contrarreloj con unas 80 máquinas para remover escombros, aunque entre los socorristas cada vez quedaban menos esperanzas de hallar sobrevivientes.

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Nueve miembros de una familia que fallecieron en el deslave en Guatemala fueron sepultados ayer en una aldea indígena del departamento de Quetzaltenango, unos 206 km al oeste de la capital guatemalteca. (I)