El calor intenso que se sintió ayer en Guayaquil fue aplacado por la refrescante lluvia artificial que se concentró en un tramo de la avenida 9 de Octubre, durante los tradicionales ejercicios de agua, que realiza el Cuerpo de Bomberos de la ciudad, en las fiestas octubrinas.

Alrededor de 30 unidades de combate y 800 bomberos, entre rentados y voluntarios, se congregaron desde la calle Boyacá y avenida 9 de Octubre hasta la avenida Malecón para compartir con los asistentes esta actividad, que forma parte también de sus festejos por los 180 años de vida institucional.

“Es un tema especial, nuestros 180 años, y hay que demostrarle a la ciudadanía el equipamiento que tiene la ciudad de Guayaquil, y hoy se han sacado apenas 25 a 30 unidades del total de equipos”, indicó el coronel Martín Cucalón, primer jefe del Cuerpo de bomberos de Guayaquil.

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Nelly Murillo acudió por sexta ocasión a la jornada. Sus hijos Jenner Quijano, subteniente, y Kimberly Quijano, suboficial de la entidad, la invitaron para vivir con ellos este día de celebración. “Me siento muy emocionada, es una actividad muy linda, sin lucro y lo hacen de corazón”, dijo Murillo, mientras fotografiaba a sus hijos con sus compañeros.

Los asistentes, la mayoría niños acompañados de sus padres, jugaron y se fotografiaron debajo de los chorros de agua que formaron las mangueras de las unidades, que demostraron las técnicas que emplean para combatir el fuego.

Mientras los pequeños se retrataban junto a las motobombas, otros asistentes aprovechaban para retratarse con cámara, tabletas y celulares en mano con los bomberos, a quienes prestaron parte de su indumentaria para la fotografía.

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El teniente Jaime Calle, de la Cuarta Brigada, condujo uno de los autos insignia del BCBG, un auto Ford del año 52 que prestó servicios en la entidad hasta los años 80 y que actualmente forma parte de la exhibición del Museo del Bombero Félix Luque Plata.

Otro vehículo que durante la época del 75 al 80 perteneció a uno de los jefes era un Gran Torino del año 72, que fue restaurado en su totalidad y desfiló por la avenida antes del ejercicio de agua, indicó el mayor Carlos Alberto Mallarino, jefe de la División Especial Fluvial, quien integra las filas de la institución desde el año 1984.

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“Esta es la primera vez que acudo a la actividad, ahora lo hice por compartir con mi hijo Josué y mi esposa Gisella Toaza. Me parece muy importante que las personas se identifiquen con los bomberos”, señaló John Coque, de 29 años, quien llevó a su pequeño vestido de bombero. (I)