Lleva la mitad de su vida relacionado con la actividad naviera de Guayaquil. A este sector se enroló de casualidad a los 23 años, cuando su madre envió su hoja de vida a una empresa inglesa de servicios marítimos que buscaba personal.

Sin saber nada de la profesión, Javier Moreira Calderón, quien hasta ese momento se había desempeñado como profesor de inglés e instructor de béisbol, consiguió el puesto de vendedor de importaciones, una labor que consistía en conseguir carga para traer al país.

Sus ganas de aprender y los mentores que encontró llevaron a este guayaquileño a escalar posiciones y convertirse hoy, a sus 46 años, en el gerente de CMA CGM en Ecuador, la tercera naviera más grande del mundo y una de las principales en el mercado local que este año espera mover 75 mil teus (contenedores de 20 pies).

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“Estudié marketing, pero comencé a hacer mi carrera a base del día a día, con la experiencia”, manifiesta Moreira, quien en sus inicios, para aprender más del movimiento naviero, debía quedarse después de su jornada laboral.

Pedro Toro, un experimentado ejecutivo de navieras, fue uno de sus maestros. “Él me detalló este negocio. Me enseñaba a partir de las 18:00, en una pizarra, por casi tres meses”, dice Moreira, padre de dos hijos.

Ganar clientes para lograr pedidos de cargas, en un mercado que comenzaba a ser más competitivo, no fue fácil. Moreira dedicaba horas a tocar puertas, a hablar con empresarios, algunas veces, sin resultados. Y en otras tuvo que reponerse ante eventos inesperados.

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En una ocasión, ya como vendedor de exportaciones, después de varias negativas de una empresa, ganó una carga para exportar quince contenedores de atún a España. La condición era que debía llegar antes del 28 de diciembre. El barco arribó en la fecha pautada, pero justo el día que debía salir el atún hubo un paro de estibadores. El producto salió tres días tarde.

De eso aprendió que la perseverancia da resultados, aunque en ocasiones hay cosas que uno quiere y que no todas terminan como se planean.

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Uno de los últimos retos de su cargo fue traer al país, el mes pasado, el Ganges, el buque portacontenedores más grande que haya entrado.

Pero no siempre las cargas han copado su tiempo. Hasta los 35 años practicó béisbol, deporte que le inculcó su madre desde los 8 años, cuando volvió al país luego de vivir en El Salvador, Bolivia y Brasil, a donde fue enviado su padre como funcionario de la Organización Mundial de la Salud.

Jugó en Fatty, Chavos, Emelec y Barcelona. De esta última institución llegó a convertirse en presidente de la Comisión de Béisbol y obtuvo un título en 2002. Es una etapa que añora, pero que ha dejado de lado por su otra pasión, la actividad naviera de la ciudad. (I)

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en el mercado local. Esa es la posición de CMA CGM.

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Cuando recibo visitas de otras partes las llevo al Bankers Club a mostrar la vista del malecón, del río, les digo el puerto empezó aquí, y me vuelvo un guía.Javier Moreira, gerente de CMA CGM