El acuerdo sobre justicia que firmaron las FARC y el Gobierno de Colombia no contempla reclusión para quienes confiesen la verdad ni requiere precisiones o desarrollos porque está cerrado, expresó ayer el grupo rebelde, en una declaración que dejó en evidencia profundas contradicciones entre las partes.
El gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC acordaron el 23 de este mes en Cuba crear un tribunal que impondrá sanciones de entre cinco y ocho años a los miembros de la insurgencia y a militares responsables de delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra que confiesen su responsabilidad.
El pasado lunes, el jefe del equipo negociador del Gobierno de Colombia, Humberto de la Calle, dijo que este era un acuerdo “en desarrollo, en tal sentido aún faltan por determinar, por concluir, decisiones que no se han adoptado”.
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La guerrilla dice lo contrario. El jefe del equipo negociador de las FARC, (a) Iván Márquez, dijo en Twitter: “El acuerdo (...) está cerrado. No es cierto que con respecto a su contenido sustantivo y procedimental haya temas que requieran precisión adicional o un desarrollo que implique aclarar lo que no necesita aclaración alguna”.
Según el Gobierno, el acuerdo establece que los responsables de asesinatos, masacres, secuestros, tortura, desaparición forzada y violencia sexual deberán ser sancionados y someterse a restricción de la libertad en un sitio específico, austero y vigilado. Pero el grupo rebelde señaló que “en el acuerdo no se habla de concentración de tropas de las FARC-EP ni de lugares de confinamiento para quienes brinden verdad plena y exhaustiva”.
De la Calle aseguró que la participación activa en política de jefes de la guerrilla que se sometan al tribunal y sean sancionados no está definida aún.
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Además destacó tener el 23 de marzo de 2016 como fecha límite para firmar un acuerdo definitivo de paz, y la previsión de 60 días a partir de esa rúbrica para comenzar la dejación de armas. Pero recordó que ningún acuerdo definitivo se aplicará sin la aprobación del pueblo colombiano.
El líder máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño, (a) Timochenko, ha señalado en una entrevista a Telesur que estos seis meses para el acuerdo definitivo podrían resultar cortos. Así lo difundió el diario El Espectador en su sitio web.
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“Los seis meses pueden ser cortos, podemos hacerlo antes si hay voluntad, pero los seis meses también se nos pueden quedar cortos, que no logremos el acuerdo final porque son temas que se van a poder definir si hay una real decisión política”, sostuvo el guerrillero.
De acuerdo con expertos, en el documento firmado no está claro si los guerrilleros quedarán a salvo de la extradición a Estados Unidos, en donde enfrentan procesos por narcotráfico o secuestros, o si recibirán amnistía por narcotráfico. (I)
Guerrilla
Tras firma de paz
Combatientes
Una vez que se firme el acuerdo definitivo de paz en Colombia, muchos de los cerca de 350.000 efectivos de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional dejarán de combatir a la guerrilla izquierdista en las selvas y montañas, y podrán dedicarse a otras actividades, según ha señalado el Gobierno colombiano.
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