Estados Unidos y diplomáticos occidentales intentaron el sábado improvisar una estrategia diplomática para acabar con la guerra en Siria, tras el último humillante golpe a su plan militar.

El secretario de Estado John Kerry y sus homólogos europeos acudieron a su tradicional enemigo Irán, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

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Irán y Rusia respaldan al hombre fuerte de Siria, el presidente Bashar al Asad, a quien Washington ve como el instigador de una guerra civil que ha dejado a su país en manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Poco dispuesto a permitir un proceso de paz que mantendría a Asad en el poder, después de que éste marginara y matara a muchos de sus ciudadanos, Estados Unidos ha estado respaldando a pequeños grupos rebeldes "moderados".

Pero esta estrategia parecía arruinada este sábado, después de que el Pentágono admitiera que el último grupo entrenado por Estados Unidos para entrar en Siria había entregado una cuarta parte de su equipo a Al Qaeda.

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Previamente, un grupo de 54 hombres que entraron en el norte de Siria a comienzos de este año fue atacado por el brazo local de Al Qaida, el frente Al Nusra, lo que dejó solo cuatro de las cinco guerrillas activas.

Despliegue militar

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En contraste con los mediocres esfuerzos de Estados Unidos para reforzar a sus aliados en el terreno, Irán y Rusia han demostrado ser buenos amigos de Asad, que se aferra al poder en Damasco.

Irán ha desplegado una milicia de combatientes chiítas entrenados y asistidos por su Guardia Revolucionaria, y Rusia ha desplegado una potente presencia militar en una base del territorio de Asad.

Con esta iniciativa derrumbándose, Kerry y sus aliados acudieron a Nueva York para persuadir a Irán y a Moscú de que promovieran una solución política del conflicto.

Kerry y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, se reunieron por separado con su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, para tratar el asunto.

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"Veo esta semana como una buena oportunidad para muchos países de jugar un papel muy importante tratando de resolver algunos de asuntos más difíciles de Oriente Medio", dijo este sábado Kerry en una comparecencia conjunta con Zarif.

"Necesitamos alcanzar la paz y seguir avanzando en Siria, en Yemen, en la región, y creo que esta semana hay oportunidad, a través de estas discusiones, de hacer algún progreso", añadió.

Buscar compromiso

De acuerdo con un comunicado de la Unión Europea, Zarif dijo a Mogherini que Irán iba a ayudar a la ONU a conseguir un compromiso político que ponga fin a la guerra en Siria.

Antes de sus conversaciones con Kerry, Zarif dejó claro que lo más importante para Irán en su diálogo con Washington sigue siendo la implementación del acuerdo nuclear firmado en abril con cinco potencias mundiales a cambio del levantamiento de sanciones.

"Vamos a concentrar en esta reunión la implementación total del Plan Conjunto de Acción", dijo Zarif, refiriéndose al acuerdo para limitar las ambiciones nucleares de Irán.

"Es el proyecto que empezamos juntos y esperamos que, a través de su implementación total, de su implementación de buena fe, acabemos con algunos de los malentendidos que han existido durante décadas. Esa es mi prioridad", indicó.

El iraní también dijo que iba a presionar para obtener respuestas de la estampida del jueves en la peregrinación hajj en Arabia Saudí, rival regional de Irán, en la que murieron al menos 136 iraníes y hay cientos de desaparecidos. (I)