Actualizada a las 08:56

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofreció este miércoles una emotiva y franca bienvenida al papa Francisco a la Casa Blanca, al elogiar la humildad y generosidad del pontífice argentino y su mensaje de amor y esperanza que inspira al mundo.

El papa pronunció su primer discurso en Estados Unidos desde el jardín de la Casa Blanca. El Obispo de Roma puso de entrada el tema de la inmigración, al subrayar este miércoles frente al presidente Obama.

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"Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias", dijo el papa argentino en inglés al inicio de su discurso en la Casa Blanca.

El papa pidió un desarrollo "sostenido" que incluya a los millones que han sido ignorados. Además, presionó a Estados Unidos a tomar acciones urgentes para evitar la ruina medioambiental y combatir la pobreza, impulsando aún más la iniciativa de la Iglesia católica contra el cambio climático.

"Cuando se trata de cuidar a nuestra 'casa común', estamos viviendo un momento crítico de la historia", dijo en un discurso en la Casa Blanca, haciéndose eco de su encíclica de junio sobre el medio ambiente.

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Por su parte, El presidente Obama indicó que "la talla y espíritu del encuentro de hoy es solo un pequeño reflejo de la profunda devoción de los 70 millones de católicos estadounidenses, y la manera en que su mensaje de amor y esperanza ha inspirado a muchas personas, en nuestro país y alrededor del mundo", dijo Obama.

Asimismo, Obama alabó al papa Francisco por darle connotación moral y religiosa a los esfuerzos por combatir el cambio climático, al recibir al pontífice argentino en la Casa Blanca.

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"Nos recuerda que tenemos una obligación sagrada con nuestro planeta, magnífico regalo de Dios para nosotros. Apoyamos su llamado a los líderes mundiales (...) para unirse para preservar nuestro preciado planeta para las generaciones futuras", dijo Obama.

Primera escala

Después de detenerse a hablar con jóvenes frente a la nunciatura, Francisco llegó a la Casa Blanca, donde fue recibido en el jardín sur con toques de clarín y saludos militares. Bajo un cielo despejado, los invitados, el personal militar y los funcionarios se aprestaban a escuchar las palabras de Obama y Francisco.

Washington es la primera escala de una visita a tres ciudades -las otras son Nueva York y Filadelfia- que durará seis días.

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Ayer, antes de su arribo, Francisco respondió a las críticas de la derecha a sus posiciones económicas. Durante el vuelo desde Cuba, dijo a los periodistas que algunas personas pueden tener la impresión equivocada de que se inclina "un poco más a la izquierda".

"Estoy seguro de que nunca dije nada más allá de lo que está en la doctrina social de la iglesia", aseguró.

En cuanto a los que cuestionan su catolicismo, añadió con una sonrisa: "Si tengo que recitar el Credo, estoy preparado".

Obama espera encontrar terreno común con el papa para dar impulso a sus propias luchas contra el cambio climático o la disparidad de ingresos. Pero hay fuertes discrepancias entre los dos en asuntos tales como el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Desde el punto de vista de Francisco, su siguiente escala después de la Casa Blanca es acaso más difícil. El pontífice de 78 años se reúne con los 450 miembros de la conferencia de obispos en la Catedral de San Mateo Apóstol.

Muchos obispos han tenido dificultades para aceptar la orientación que le quiere imprimir Francisco a la Iglesia católica hacia los problemas de justicia social. Casi todos fueron designados por sus antecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI. Sus prioridades han sido establecer límites claros a las conductas de los católicos frente a la legalización del aborto, los nuevos derechos gay y el abandono de las religiones establecidas por parte de muchos en Occidente. (I)