Ya es oficial. El año escolar en el régimen Costa terminará anticipadamente, el 30 de enero de 2016, cuando la culminación estaba prevista para el 9 de marzo. Asimismo, las vacaciones estudiantiles del primer quinquemestre se reducirán de 15 a 7 días. Y a partir de octubre los alumnos de todos los planteles deben asistir a clases los sábados, en jornada normal, hasta completar el año lectivo.

Con esta última medida, el cronograma escolar, que inicialmente era de 200 días, se reducirá a 195. De ahí que, en el caso de los planteles particulares, los padres deberán pagar las 10 pensiones fijadas en el calendario de clases original.

Las vacaciones docentes también se reajustan y serán del 24 de febrero al 3 de abril de 2016. También estarán libres el 24, 25, 26, 27 y 31 de diciembre, más el 1, 2 y 3 de enero.

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Estos cambios en el cronograma, sujetos a reajustes, son parte de un plan de contingencia que detalló ayer el ministro de Educación, Augusto Espinosa, ante la llegada del fenómeno El Niño al Ecuador.

“Ya está presente el fenómeno de El Niño en las costas ecuatorianas, pero con temperaturas más cálidas del aire y del mar, no tenemos todavía precipitaciones”, indicó María del Pilar Cornejo, titular de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, que acompañó a Espinosa en la rueda de prensa que se efectuó en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte.

El ministro de Educación señaló que en todo el Litoral alrededor de cuatro mil instituciones educativas tendrían algún grado de afectación con las precipitaciones provocadas por el evento climático.

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“Esto es bajo el supuesto de que la intensidad de las lluvias sea la misma que las del 98 (durante el último fenómeno)”, recalcó Espinosa y agregó que 447 planteles serían ocupados como albergues temporales, en caso de ser necesario.

De esta última cifra, en la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), 21 establecimientos se habilitarían para los damnificados. Y 362.048 estudiantes de 572 planteles educativos estarían en situación de riesgo, según la subsecretaria Valentina Rivadeneira.

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Sobre el reajuste, Ivo Orellana, rector del Ecomundo, sostiene que era algo esperado, y que ahora la labor de los planteles será apelar a la comprensión de los padres, puesto que muchos de los estudiantes ya habían anticipado que viajarían durante el periodo inicial de vacaciones, de 15 días, e incluso se tomarían más tiempo.

“Para trabajar los sábados habrá que concienciar a los señores padres de familia y a los estudiantes de la responsabilidad respecto de la asistencia”, citó.

Sara María Garaicoa, rectora de la Unidad Educativa Delfos, expresó su preocupación por las clases sabatinas, pues los fines de semana los alumnos de primero y segundo de bachillerato cumplen con el programa de participación estudiantil (de 200 horas), requisito para graduarse como bachiller.

“Yo creo que ahí se daría por terminada la participación estudiantil al terminar ahora septiembre, pero no se completaría lo que estipula la ley”, manifestó Garaicoa.

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Patricia Ayala, directora ejecutiva del Liceo Panamericano, sostuvo que la jornada de los sábados también afectaría a docentes que, por ejemplo, cursan maestrías y acuden a clases durante los fines de semana. (I)

No podemos ya en el Ecuador esperar a que suceda un determinado fenómeno natural para actuar en emergencia, lo importante es la prevención y por eso estamos tomando medidas”.Augusto Espinosa, ministro