La Corte Internacional de Justicia (CIJ) se pronunciará el jueves en una sentencia inapelable sobre su competencia para dirimir en la más que centenaria disputa entre Santiago y La Paz por una salida al mar "soberana" de Bolivia.

El presidente de la Corte, el francés Ronny Abraham, comenzará la lectura del fallo a las 13:00 GMT  (08:00 de Ecuador) en La Haya.

La decisión de los 16 jueces, de los cuales uno sólo es latinoamericano, el brasileño Antônio Cançado Trindade, podría poner fin a la demanda iniciada por Bolivia o sólo constituiría una etapa más en este proceso que llevó las relaciones bilaterales sobre este reclamo al terreno judicial.

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Bolivia presentó la demanda en 2013 con el claro objetivo de que la Corte obligue a Chile a negociar un "acceso plenamente soberano al Océano Pacífico", según consta en la presentación hecha por el equipo legal boliviano.

Pero en julio de 2014 Chile objetó la competencia de la Corte para resolver este diferendo, argumentando que el tema fue resuelto con el tratado de paz de 1904.

Según fuentes diplomáticas chilenas la decisión de la Corte "es impredecible".

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Los jueces podrán, según uno de los escenarios posibles, declarar la competencia de la Corte lo que daría lugar a que ambas partes entreguen los elementos de fondo para determinar si Chile asumió o no la obligación de negociar una salida al mar.

Otro de los escenarios posibles, continúa la fuente chilena, es que la Corte considere que el argumento sobre la incompetencia presentada por Chile no puede ser fallado como una cuestión preliminar sino con el fondo de la cuestión, "es decir si la obligación que Bolivia alega [una salida al mar] es una obligación íntimamente ligada al tratado de 1904".

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Al presentar su reclamo, Bolivia no pidió únicamente a la Corte que obligue a Santiago a negociar, sino que lo haga en vistas de alcanzar un acuerdo sobre una salida al mar, una "apuesta muy alta", según esta fuente que cree que la Corte no pedirá a Chile revisar el tratado de 1904, algo que "no es posible" hacer.

Chile rechaza la revisión del tratado de 1904 así como una cesión de territorio a Bolivia. También descarta una eventual mediación del papa Francisco, o que éste sea garante de un proceso que satisfaga las reivindicaciones bolivianas.

Bolivia, hoy uno de los países más pobres de Sudamérica, esperará la decisión con las banderas de la reivindicación marítima izadas en las gobernaciones y alcaldías, como lo pidió el lunes el presidente Evo Morales.

"Estamos convencidos de que habrán buenas noticias desde La Haya", aseguró.

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En Chile, la presidenta Michelle Bachelet esperará la decisión en el Palacio de la Moneda junto con el canciller Heraldo Muñoz.

"Hay confianza en el trabajo que hemos realizado, tenemos también serenidad en cuanto a lo que se va a comunicar por parte de la Corte", declaró Muñoz el lunes.

En numerosas ocasiones a lo largo del siglo XX, Bolivia y Chile mantuvieron contactos para solucionar el diferendo, con diferentes propuestas sobre la mesa, que ninguna prospetó.

En 1978 los dos países rompieron relaciones bilaterales cuando los entonces presidentes Hugo Banzer y Augusto Pinochet negociaron para resolver el histórico diferendo, sin éxito.

Bolivia perdió 400 kilómetros de costa, su única salida al mar, y 120.000 km2 de territorio en la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883) frente a Chile.

Al cabo de este conflicto, Perú, aliado entonces de Bolivia, se convirtió en vecino directo de Chile, que conquistó territorio a expensas de los dos países. En esta guerra, Lima perdió una cuarta parte de su territorio.

En enero de 2014 la Corte Internacional de Justicia otorgó a Perú en un fallo histórico una parte de las aguas del Pacífico que estaban bajo control de Chile, legado de la guerra.

Este fallo permitió a Perú incorporar bajo su soberanía una porción de 50.000 km2 de aguas territoriales.

Evo Morales consideró entonces que la decisión de la Corte era "muy favorable" a las aspiraciones de Bolivia.  (I)