Tras un periplo difícil atravesando los Balcanes, en autobuses, trenes o a pie, miles de migrantes lograron llegar a Austria ayer, mientras otros murieron tratando de cruzar el Mediterráneo.

Los jefes de la diplomacia de Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría se reunirán hoy con su homólogo de Luxemburgo en Praga para abordar esta crisis humanitaria, el mayor éxodo que enfrenta Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

El incesante flujo migratorio eleva la presión sobre la Unión Europea, cuyos dirigentes se reunirán el miércoles en Bruselas para superar sus profundas divisiones. Mañana los ministros de Interior prepararán el encuentro. Durante una visita a Marruecos, el presidente francés, François Hollande, expresó su deseo de que “la delicada cuestión de la repartición de los migrantes” esté establecida antes de la cumbre.

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Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo durante una visita a Berlín que su país prevé acoger en 2016 a 85.000 refugiados, entre ellos 10.000 sirios, y a otros 100.000 en 2017. (I)