Mientras ayer se iniciaban en Chile las celebraciones por las fiestas patrias, los residentes de las poblaciones costeras afectadas por el terremoto de magnitud 8,3 y posterior tsunami registrado el miércoles intentaban retomar sus actividades.

Los residentes de la ciudad portuaria de Coquimbo trataban lentamente de reconstruir sus casas y negocios. “Estamos recién removiendo mugre, los escombros, las autoridades todavía no ven todo el desastre que quedó aquí”, dijo María González, dueña de un restaurante de pescados y mariscos.

Olas de casi 4,5 metros azotaron a varias comunas de Coquimbo arrastrando barcos, botes, camiones, autos y desechos de decenas de casas y puestos callejeros del borde costero.

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“Seguimos evaluando la magnitud del daño. Hay daños en el borde costero por el tsunami y hay daño tremendo en las zonas interiores por el terremoto, pero sea lo que cueste lo vamos a asumir”, dijo ayer la presidenta Michelle Bachelet, antes de encabezar una acto por la Independencia de Chile.

Bachelet, quien viajaría ayer nuevamente al norte para seguir evaluando los daños, decidió no participar de las celebraciones populares y suspender la fiesta que se realiza todos los años en el Palacio de Gobierno. No obstante, las fondas ¬o locales de comida y baile montados especialmente para la ocasión¬ seguían funcionando, y en las casas hasta en las zonas más afectadas preparaban su parrilla. “Ayer hicimos el asadito sin luz, sin agua, pero igual festejamos por Chile. Chile se recupera y se levanta siempre”, comentó Francisco García, habitante de La Serena, declarada junto al vecino puerto de Coquimbo en estado de emergencia, quedando bajo control de las Fuerzas Armadas.

A la vecina Tongoy llegaron camiones de la Cruz Roja con provisiones, mientras el Gobierno se preparaba para enviar maquinaria pesada para remover escombros.

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“El foco nuestro se está basando principalmente en volver a recuperar la economía de los lugares. Hay mucho comerciante afectado”, dijo Askaan Wohlt, de Desafío Levantemos Chile, una organización no gubernamental nacida tras el terremoto que sacudió a este país en febrero de 2010.

Las pérdidas económicas podrían estar entre $ 100 millones y $ 1.000 millones.

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El gobierno del Ecuador se solidarizó con el pueblo chileno por la pérdida de vidas humanas y daños materiales causados por terremoto. (I)