Entre las 10:00 y 11:00 de este jueves la Policía Nacional ha intentado por dos ocasiones abrir la carretera a El Empalme, interrumpida en el desvío a Colimes por la protesta de agricultores de ese cantón que reclaman a la Prefectura por el estado de caminos vecinales.

Pasadas las 10:00, los uniformados utilizaron descargas de gas lacrimógeno sin poder desbaratar el cerco humano de unos 100 colimeños, habitantes de recintos que permanecía sentados en la vía y contaban con el respaldo de la vicealcaldesa Lucila Romero.

De ella se quejó Fernando Núñez, subdirector de obras públicas de la Prefectura del Guayas, por no dejar supuestamente entablar conversaciones para levantar la protesta y abrir la carretera, cerrada ya por cuatro horas.

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El alcalde Arturo Zambrano llegó a sitio como mediador de un diálogo entre los manifestantes y el funcionario de la Prefectura, pero los colimeños exigieron allí la liberación de tres detenidos.

Luego de hablar por teléfono, Zambrano dijo que el coronel Varela se había comprometido a propiciar la pronta libertad de los aprehendidos e invitó a los manifestantes a una reunión con la Prefectura en la cabecera cantonal.

Los habitantes mantuvieron su postura de seguir en la vía mientras no tengan de vuelta a los tres detenidos.

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A las 11:45, una camioneta policial llegó al sitio con dos detenidos a bordo. Con ello, la Policía atendía supuestamente el pedido de liberación.

Los colimeños entonces, a las 11:52, levantaron el cierre vial y los uniformados dieron paso a tráileres, camiones, buses intercantonales y carros particulares, luego de casi cuatro horas de paro.

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Sin embargo, los minutos pasaron y los detenidos seguían bajo custodia policial, por lo que surgieron dudas de la liberación y sobre qué pasaba con el tercer detenido. (I)