Las autoridades chinas confiscaron hasta 1 billón de yuanes (157.000 millones de dólares) de manos de gobiernos locales que no ejecutaron plenamente sus asignaciones presupuestarias, dijeron fuentes, en momentos en que Pekín busca maneras de estimular el crecimiento económico.

El enorme monto de presupuesto sin ejecutar, vinculado a la reticencia de los funcionarios a impulsar grandes proyectos mientras las autoridades intentan frenar la corrupción, apoya el argumento de algunos economistas que plantean que la tasa de inversión estatal se ha ralentizado demasiado.

"En el pasado, los gobiernos locales pidieron ese dinero. El dinero se les entregó, pero nadie lo ejecuta", dijo una de las dos fuentes, ambas cercanas al gobierno.

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Las fuentes declinaron ser identificadas ya que no están autorizadas a declarar a la prensa.

"Las inversiones no se llevaron a cabo y el dinero será ahora reasignado", añadió la fuente, un economista. No entregó detalles de cómo se gastarán los fondos tras las reasignaciones.

Los recursos se destinarán a otras inversiones, dijeron las fuentes. La economía china parece cada vez más cerca de crecer por debajo del 7 por ciento.

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El deslucido crecimiento del gasto podría ser un factor especialmente negativo para China, ya que la inversión es considerada por algunos expertos de Gobierno como la mejor manera de impulsar la actividad en el corto plazo.

Un billón de yuanes de fondos estancados equivalen a cerca de un 6 por ciento del gasto total proyectado del Gobierno Chino para el 2015.

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El Ministerio de Finanzas de China no estaba inmediatamente disponible para realizar comentarios sobre este tema. (I)