El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, abrió este jueves la puerta a dialogar una reforma constitucional y una mejor financiación para Cataluña tras las elecciones del 27 de septiembre que los independentistas quieren utilizar para lanzar un proceso de secesión.

La propuesta del canciller, que contrasta con la actitud mantenida hasta ahora por el gobierno de Mariano Rajoy ante la cuestión catalana, se produjo durante un encuentro con empresarios, políticos y periodistas en Barcelona, en la víspera de una gran manifestación independentista, coincidiendo con el inicio de la campaña.

"El gobierno desde el primer momento ha querido entablar un diálogo que resolviese este problema. Y probablemente pasa por una reforma constitucional y un sistema de financiación autonómica diferente" dado que el actual es "injusto" con regiones como Cataluña, dijo Margallo.

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"Es absolutamente posible, viable y deseable una reforma de la Constitución" que incluya el respeto a la lengua y la cultura catalanas y la mejora del sistema de financiación, añadió.

Esta mejora debería ceder la gestión parcial del impuesto sobre la renta de las personas (IRPF), los impuestos especiales sobre el alcohol y el tabaco y otras tasas, y reservar para el Estado central el impuesto de sociedades, el de valor añadido (IVA) y la parte restante del IRPF, explicó.

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Muchos catalanes perciben el sistema actual como injusto debido a que algunas regiones, como Cataluña, que representa un 19% del PIB español, reciben menos de lo que pagan en impuestos.

Antes de abrazar el independentismo, el presidente regional Artur Mas reclamó en 2012 una mayor autonomía fiscal, pero Rajoy se negó.

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La negociación se debe producir, según Margallo, después de las elecciones catalanas.

A ellas concurren dos listas independentistas con posibilidad de obtener una mayoría absoluta parlamentaria que consideran suficiente para iniciar la secesión de esta región de 7,5 millones de habitantes.

"No podemos discutir cómo reformamos la comunidad de vecinos con un señor que tiene una antorcha y quiere prender fuego al edificio en su totalidad", dijo Margallo.

"Por lo tanto, después del 27, espero que las cosas se calmen y el resultado sea el que el sentido común determina, habrá que hablar", añadió.

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Hasta ahora, el gobierno de Rajoy ha basado su política sobre Cataluña en el respeto a la legalidad, que impide la celebración de un referéndum de autodeterminación, y el rechazo a negociar una reforma constitucional exigida por la oposición socialista. (I)