Prefiere la reserva de su nombre. M. J. B., licenciada en Ciencias de la Educación con especialidad en Lengua Inglesa y Lingüística, obtuvo una maestría en Docencia y Gerencia en Educación Superior, a través de la Universidad de Guayaquil.

En mayo pasado, con más de cinco años como profesora contratada de la Facultad de Filosofía y Letras, se postuló al concurso de méritos y oposición, propuesto por la U, para lograr su designación como docente titular auxiliar. La institución, según ella, le contestó que “su maestría no es afín” para participar en el concurso.

“Dejaron de lado toda nuestra experiencia”, lamenta la docente, que además ha sido tutora de trabajos de titulación y directora del Departamento de Práctica Docente de esta facultad de la U. de Guayaquil.

Publicidad

El descarte de ciertos docentes contratados de los concursos de méritos y oposición, sin aparente motivo convincente, es otro problema en el centro de estudios, que está intervenido desde octubre de 2013.

En Facebook expone una docente: “La U de gquil en general ofertó maestrías generales (…). Accedimos y ahora no valen para ganar concurso”.

Hoy han culminado los concursos para Medicina y Enfermería, Psicología, Odontología y Economía, que suman más de 100 plazas. El jueves 3, Eduardo Argudo, representante legal de una catedrática que buscó ingresar en el proceso de Psicología, indica que aún no recibe notificación de notas o descalificación del concurso.

Publicidad

“Apoyamos los concursos para renovar. Hemos solicitado de que sean transparentes y haya posibilidad de impugnación (…) lamentablemente eso no ha ocurrido”, dice el defensor, que lleva más de dos meses solicitando información.

Sobre estos casos, Jorge Kalil, presidente de la Comisión Interventora, designada por el Consejo de Educación Superior (CES), para solucionar los problemas de la U. de Guayaquil, refiere que si detectan algún error les “corresponderá dar el visto bueno o el veto total o parcial” a los casos.

Publicidad

Kalil considera que a estos concursos se les “ha levantado demasiado polvo” y agrega que para certificar la transparencia la Contraloría del Estado ejecuta “análisis” permanente.

En la universidad hay 2.750 profesores, de ellos 870 son titulares y 1.886 contratados, dice Julián Aguayo, coordinador del Observatorio Académico.

Las autoridades de la U. justifican que se dejó de lado a los concursantes, basándose en la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES). Mencionan el artículo 150 que estipula que los postulantes a docentes auxiliares deberán contar como “mínimo, con título de maestría afín al área” de la cátedra.

Catedráticos con más de 30 años de labores cuestionan la transparencia. “Parece ser que está determinado direccionarlo para que determinadas personas entren”, lamenta Jacinto Calderón, director de la Escuela de Lenguas.

Publicidad

Con él coincide Solón Villavicencio, miembro del Consejo Universitario, quien asegura que más del 50% de docentes de la U. fueron “excluidos”.

Ya para octubre entrarían más de 300 docentes titulares, según las autoridades.

Sonia Ordóñez, vicerrectora académica, añade que esta experiencia “servirá para que en futuras convocatorias los docentes se postulen para el área de su maestría”. 

Ley de Educación Superior
El art. 150 estipula: “Los profesores titulares agregados o auxiliares deberán contar como mínimo con título de maestría afín al área en que ejercerán la cátedra, los demás requisitos se establecerán en el reglamento respectivo”.

Impugnaciones
Concursos están en fase de impugnaciones en las facultades de Jurisprudencia, Administración y Filosofía. (I)