Con algarabía y entusiasmo, estudiantes y padres de familia de la Unidad Educativa Particular Javier vivieron la kermés javeriana que se realizó el domingo 30 de agosto. La actividad se desarrolla desde hace 38 años.

El ambiente era de trabajo, pero festivo. Los padres, que llevaban delantales en los que estaba el número de la promoción de sus hijos, vendieron comidas típicas y dulces. En la jornada se expusieron emprendimientos en doce estands, se crearon una casa embrujada y una discoteca, en el salón de actos, además se hizo un bingo.

Mientras, unos chicos ayudaron a comercializar agua y jugos, otros dieron un concierto y algunos recibían los tiques de ingreso o hacían el control de parqueos de vehículos. Se vendieron 4.800 entradas. “Hay una frase famosa de los jesuitas javerianos que dice que al colegio se entra pero nunca se sale. La kermés nos une como familia del plantel”, dijo Mauricio Zambrano, presidente del comité de padres de familia de la institución.

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Daniel Herrera, padres de familia, estaba en una de las cinco carpas de comida típica. Era el encargado de cobrar a los comensales. Estaba con su esposa, María Fernanda Martín. Él es de la promoción 32, y sus hijos: Álex, de 16 años, y los mellizos Roberto y Eduardo, de 13, también estudian en el plantel. El primero colaboró recogiendo las entradas de los visitantes y los otros ayudaron el lunes 31 en la limpieza de las instalaciones. “Es importante trabajar juntos para ver progresar el colegio y colaborar con una buena causa”, afirmó Daniel.

Participaron 1.200 estudiantes con sus padres. La meta fue obtener 12.000 dólares con las ganancias de las ventas para ayudar a la fundación Hogar de Cristo. Mauricio señaló que con ese monto se construirán casas para 29 familias en Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil.

El toque musical durante la kermés lo pusieron las bandas del colegio: Hour Glass y Carbono 14. También estuvieron Lalo Wong y su grupo. (E)