“Hemos presentado la respectiva carta de protesta al Nuncio Apostólico porque eso está prohibido por el Derecho Romano... el involucramiento, peor de obispos, en política”, dijo ayer el presidente Rafael Correa de las declaraciones del arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui, sobre que los diálogos debían recuperar credibilidad.

Correa, quien se refirió a Arregui como “jefe de campaña de su gran amigo, el eterno candidato banquero del Opus Dei (Guillermo Lasso)”, escribió anoche en Twitter haberse equivocado en el enlace al hablar de Derecho Romano; lo correcto es Derecho Canónico.

El pasado jueves, el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, señaló que Arregui era un “insolente recadero de la derecha”. (I)