La confrontación transmitida por televisión el martes entre Donald Trump y el periodista Jorge Ramos, de Univision, acerca del plan de inmigración del aspirante a la candidatura presidencial del Partido Republicano debió sorprender únicamente a quienes no conocen a Ramos.

El presentador de noticias de 57 años de edad es conocido por hacer duros cuestionamientos a políticos y no ocultar sus opiniones. Días antes de que un guardia de seguridad obligara el martes a Ramos a salir de una conferencia de prensa de Trump en Iowa —más tarde se le permitió regresar para continuar un beligerante intercambio verbal_, había criticado a Trump en CNN. Ramos dijo que el asunto de inmigración "es personal", y que cuando Trump manifiesta sus puntos de vista que incluyen la deportación masiva y revocar la ciudadanía a niños nacidos en Estados Unidos de padres que se encuentran en el país sin permiso, "él está hablando sobre mí" y sobre todos los otros estadounidenses hispanos nacidos en otro país.

Ramos es considerado generalmente el periodista de televisión más influyente entre hispanos que viven en Estados Unidos. Él y María Elena Salinas conducen una noche por semana un noticiero en Univision, la cadena de televisión en español más vista en el país. También es columnista y conduce un panel político matutino los domingos para Univision y una revista noticiosa semanal en Fusion, una cadena en inglés dirigida a hispanos.

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Ramos, nacido en México y quien se mudó a Estados Unidos siendo un joven periodista cuando el gobierno mexicano censuró uno de sus reportajes, dijo que el plan de inmigración de Trump estaba lleno de "promesas vacías".

"Lo que está tratando de vender al público estadounidense simplemente no funciona; es imposible", dijo a CNN.

Univision dijo que Ramos había solicitado previamente una entrevista con Trump, la cual el precandidato rechazó antes de publicar el número del teléfono celular de Ramos en medios sociales. Así que Ramos, con sede en Miami, viajó a Iowa para asistir a la conferencia de prensa.

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Trump dijo el miércoles que Ramos estuvo "totalmente fuera de tono" en la conferencia de prensa.

"Yo hubiera llegado a él muy rápidamente", dijo Trump en el programa "Today" de la cadena NBC. "Este hombre se pone de pie y comienza a despotricar y a gritar, siendo, honestamente, muy irrespetuoso con todos los otros reporteros".

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Para muchos estadounidenses disciplinados en una tradición de periodismo objetivo, la idea de un reportero entrando en la situación con tan claro punto de vista es tanto inusual como desagradable.

"No hay duda de que es importante y que tiene mucha influencia, pero pienso que la gente ahora reconoce de alguna manera que él es más un intercesor que un periodista", dijo Sean Spicer, director de comunicación del Comité Nacional Republicano.

Afuera de la conferencia de prensa, antes de que se le permitiera regresar, un hombre con una placa de Trump se aproximó a Ramos y le dijo que era "muy grosero", de acuerdo con un video difundido por Univision.

"Vete de mi país", le dijo el hombre.

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Ramos, tranquilamente, le respondió: "Yo también soy un ciudadano de Estados Unidos".

Activismo vs periodismo

Existen diferentes estándares sobre objetividad periodística fuera de Estados Unidos, particularmente en América Latina, dijo Mark Feldstein, un veterano periodista de TV y ahora profesor de periodismo en la Universidad de Maryland. Aunque hoy también se ve más activismo en el periodismo estadounidense, "es imposible imaginar a un presentador de noticias estadounidense haciéndole eso a Donald Trump o a cualquier otro candidato serio", dijo.

La mayoría de los periodistas de habla hispana entienden que Ramos se dirigió dentro de la tradición defensora que no niega su papel de reportero, dijo Sallie Hughes, una profesora de periodismo en el programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami.

Ramos también se toma en serio su papel como la voz de los hispanos que no suelen tener la oportunidad de dirigirse a los líderes de la nación. Durante la campaña presidencial de 2012, escribió cartas abiertas a los partidos Demócrata y Republicano delineando claramente dónde estaban parados con la comunidad latina.

También tuvo intercambios ásperos con el presidente Barack Obama, a quien en un momento pareció enfurecer al decirle que algunos latinos se referían a él como el "deportador en jefe".

"Como periodista, tienes que adoptar una posición", dijo Ramos el miércoles al programa "Good Morning America" de la cadena ABC. "Creo que el mejor periodismo se da cuando tomas una posición, y si se trata de racismo, discriminación, corrupción, vida pública, dictadura o derechos humanos, como periodistas no solo es necesario, sino que estás obligado a tomar una posición. Y es claro que cuando el señor Trump habla sobre inmigración de manera extrema, tenemos que enfrentarlo y creo que eso es lo que hice". (I)