El arzobispo de Guayaquil y miembro de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), monseñor Antonio Arregui, opinó que el diálogo al que ha convocado el Ejecutivo debe “recuperar credibilidad”.

Y para eso, agregó, es “imprescindible un gesto” que confirme su intención de escuchar a todos los sectores.

Arregui hizo estas declaraciones ayer en una entrevista en Ecuavisa, en la que se refirió al comunicado que emitió la CEE la semana pasada, en la que exhortó a deponer las actitudes violentas.

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“El modo de la Iglesia de ayudar a la buena marcha del país es iluminando las conciencias con la luz del Evangelio; llamamos a la construcción de la paz sin exclusiones”, dijo.

El obispo consideró que los “espacios de discusión de todos los asuntos públicos se han restringido peligrosamente de tal manera que solo ha quedado la calle para manifestar el descontento”. Explicó que el Gobierno debe hacer “rectificaciones”.

Arregui señaló que la obligación de la Iglesia es orientar a los fieles emitiendo juicios en el plano moral, “no entramos en la lucha por el poder”; pero no descartó que las comunidades eclesiales decidan participar en los diálogos a través de jornadas de oración o discusiones “donde se pueda dar luz sobre la doctrina social de la Iglesia”.

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“Hace falta que formemos una única familia que sabe encontrar soluciones cuando le aprietan desde afuera”, indicó él, refiriéndose a la crisis económica del país, que tiene raíz en temas internacionales. (I)