Aunque hace 25 días dejaron las calles de Guayaquil al traspasar el control al Municipio, la mañana de ayer los vigilantes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) coordinaban el tráfico de los buses interprovinciales e intercantonales que pasaban por el interior de la terminal terrestre.

Los uniformados daban además paso a los peatones que caminaban desde la zona de encomiendas, que ha sido instaurada temporalmente como llegada de buses por los trabajos que se realizan en las rampas de la terminal.

La semana pasada, al iniciar la obra, varios usuarios se confundieron en el área de llegada. Julio Ochoa, coordinador de seguridad de la terminal, indicó ayer que los viajeros estaban más orientados.

Publicidad

Durante la mañana, un agente junto con unos diez miembros de la fundación Terminal Terrestre orientaban con letreros y señales de manos, desde el parqueo de encomiendas hasta el área de arribo de los buses intercantonales.

Allí, la CTE realizaba los controles de los interprovinciales.

Consultada sobre el accionar de la CTE en la terminal, la ATM refirió que la revisión de los interprovinciales es de competencia de esa entidad estatal, aunque sobre el apoyo que daban los vigilantes a los peatones no hubo detalles.

Publicidad

Klíder Campos, director de operaciones de la terminal, manifestó que debido a que en el interior aún continúa una unidad de la CTE, les solicitaron la ayuda para detener el paso de los buses que van saliendo del parqueadero hasta el exterior de la terminal.

Añadió que un agente de la CTE está permanentemente en esa zona “básicamente para los buses que van a salir” y evitar accidentes con los usuarios que deben pasar por una caminera que va desde el parqueo de los empleados hasta la terminal.

Publicidad

Mientras tanto, en los exteriores de la terminal, en la avenida Benjamín Rosales, los agentes de la ATM realizaban controles rutinarios. (I)