El gobierno del mandatario guatemalteco Otto Pérez, quien sigue sin pronunciarse públicamente, se desmorona lentamente y se queda sin aliados, luego de ser acusado de encabezar junto a su exvicepresidenta Roxana Baldetti, ahora detenida, una banda de defraudación aduanera.

La indignación y reclamos de renuncia de la población y diferentes sectores se intensificaron el viernes, cuando la Fiscalía y una comisión de la ONU contra la impunidad en el país los acusaron de ser los cabecillas de esa estructura ilegal.

Miles de guatemaltecos agitando banderas nacionales abarrotaron el sábado la plaza central de la capital, para exigir la renuncia del presidente y celebrar la detención de la exvicepresidenta, quien había renunciado al cargo el pasado 8 de mayo, tras verse salpicada por el escándalo de corrupción.

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Los manifestantes también exigieron que no se realicen las elecciones presidenciales, de diputados y de gobiernos locales previstas para el 6 de septiembre.

En tanto, Sergio de la Torre, ministro de Economía; Cinthia del Águila, ministra de Educación; y Juan Carlos Paíz, comisionado presidencial para la competitividad, anunciaron su dimisión el sábado en conferencia de prensa.

“Tomamos la decisión difícil de dejarle de servir al país... Ya no podíamos seguir en el gobierno”, dijo De la Torre al explicar que renunciaron a sus cargos, debido a los casos de corrupción que la Fiscalía ha iniciado contra Baldetti y la solicitud de retiro de la inmunidad contra Pérez Molina.

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Tras anunciar las renuncias, otros tres viceministros de la cartera de Economía también cesaron a sus cargos.

Las decisiones de los exfuncionarios, vinculados a esferas empresariales, llegan tras la petición que el viernes hizo el sector empresarial organizado al presidente para que deje su cargo. Grupos campesinos, indígenas, universitarios, comerciales y docentes anunciaron ayer una serie de manifestaciones a partir de mañana para exigir la renuncia del presidente.(I)