Políticos de la oposición en Grecia se embarcaron ayer en la compleja e inútil tarea de intentar formar un nuevo Gobierno, ajenos a la presión del reciente llamado a elecciones anticipadas del primer ministro Alexis Tsipras, para que el país pueda empezar a salir de la crisis.

Los dos principales partidos de la oposición, uno de centroderecha y otro de extrema izquierda, se alistaban para ejercer su derecho de pasar tres días negociando una nueva coalición, pero es casi seguro que sus esfuerzos fracasarán.

Cuando Tsipras renunció el jueves pensó en una elección anticipada el mes próximo, a la espera de retornar al poder fortalecido por un mandato que lo habilite para implementar el nuevo programa de rescate que negoció para salvar a Atenas del colapso financiero.

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Pero la conservadora Nueva Democracia y el partido de extrema izquierda que se opone al rescate Unidad Popular -fundado el lunes tras la división del oficialista Syriza- no le urgen los comicios.

Fofi Gennimata, líder del pequeño partido socialista Pasok, recordó a la oposición que el futuro de Grecia en la zona euro no está asegurado, aún cuando los fondos del rescate de $ 98.000 millones comenzaron a llegar el jueves. (I)