La creación de paraderos de buses, el recorte de rutas extensas y el cumplimiento de la caja común. Estas son algunas de las medidas que aplicará la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), con base a un estudio, para reorganizar la transportación urbana pública de Guayaquil. Esta entidad asumió la competencia del control total del tránsito hace 23 días.

Algunos dirigentes de los transportistas están de acuerdo con las medidas; otros prefirieron no anticipar un comentario, mientras los conductores tienen criterios divididos.

El primer paso para esta reorganización se dio esta semana con la firma del contrato entre la ATM con la consultora de César Arias, experto en transportación, que también ha asesorado en la Aerovía, para la realización de un estudio sobre tres ejes: ascenso y descenso de pasajeros en todas las líneas, origen y destino y análisis visual de ocupación de buses.

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Fernando Navas, director de planificación de tránsito de la ATM, sostuvo que con esa información y un inventario realizado el año pasado se generará una matriz, la cual se ingresará a un software para fijar la oferta y demanda. El plazo es de seis meses.

“Con eso se determinará si en ciertos sectores faltan líneas o hay en exceso”, señaló Navas.

En Guayaquil hay 162 líneas de buses en 60 cooperativas. Unos 3.500 buses circulan por toda la ciudad, incluso hay algunos que salen de la urbe (atraviesan y llegan a Puente Lucía, La Aurora, entre otros), con recorridos de hasta tres horas y media; lo recomendado es de dos horas y media.

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Andrés Roche, gerente de la ATM, afirmó que se busca un equilibrio entre el ciudadano y el transportista con, por ejemplo, paradas obligatorias y carril exclusivo en determinadas zonas, así como regular las rutas, ya que unas que son necesarias para los ciudadanos no son rentables, mientras otras son muy rentables y en donde todos los buses quieren estar.

Esto último se puede observar en la avenida Delta, a la altura de la Universidad de Guayaquil, donde pasan la mayoría de buses que se trasladan hacia el norte. En horas consideradas no pico es común observar las unidades con pocos pasajeros.

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Esta situación también se observa en la avenida Quito y en 10 de Agosto, Clemente Ballén y Aguirre en la intersección con la mencionada arteria vial. A esto se suma la doble y hasta triple columna que forman.

La caja común ¬fondo para recaudar y posterior distribución entre la cooperativa¬ que está estipulada en la Ley de Tránsito, también se aplicará. Lo que falta fijar es el modelo. Puede ser por cooperativa, entre varias, o por sectores.

César Carranza, gerente de Metroexpress y presidente de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), con 42 cooperativas afiliadas, afirmó estar de acuerdo con las medidas porque optimizarán los recursos y el conductor irá más tranquilo, sin competir.

Alejandro Porro, gerente de la Asociación de Cooperativas de Transporte Urbano de Guayaquil, prefirió no pronunciarse.

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Algunos conductores como Franklin González afirmaron estar de acuerdo con la caja común y las paradas, porque así evitarían la competencia. Otros consultados dijeron estar de acuerdo parcialmente. No aceptan la caja porque les afectarían sus ingresos. (I)

Inversión
El estudio que se hará sobre el transporte público de Guayaquil cuesta $ 600 mil.

Antigüedad
Unos 400 buses están desactivados en el sistema de la ATM por tener más de 20 años de vetustez.

Operativos
La ATM comenzó controles para detectar buses antiguos.

Hay que empezar a tener ordenamiento en el transporte. Debemos asociarnos entre cooperativas para que no hayan 4 o 5 rutas compitiendo con carros vacíos”.César Carranza, Presidente Fetug