La Fiscalía y la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) investigan si el crimen de Carlos Alberto Moreira Villafuerte, de 46 años, tiene relación con un proceso judicial por tentativa de asesinato en que él constaba como testigo.

Moreira apareció sin vida, atado de pies y manos, y con una soga en el cuello, en unos matorrales de la vía Perimetral, a la altura de la estación Tres Bocas de Petrocomercial.

El hallazgo del cuerpo lo realizó la tarde del pasado jueves el conductor de un vehículo que descendió en la zona para realizar necesidades fisiológicas.

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Cuando la Dinased llegó al sitio no identificó enseguida a la víctima, pero luego cotejaron información y supieron que se trataba de un taxista informal cuya familia lo había reportado como desaparecido el pasado lunes, indicó William Aguilar, fiscal coordinador de la Unidad de Delitos Flagrantes.

El coronel Víctor Araus, jefe de la Dinased zona 8, indicó, basado en el protocolo de la autopsia, que Moreira había sido estrangulado; el examen médico legal también detalló que tenía hematomas en la cara.

Araus manifestó que las primeras investigaciones determinaron que el móvil del crimen sería el robo del vehículo de Moreira, un auto Chevrolet Sail rojo que hasta ayer no había sido localizado.

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No obstante, sostuvo que se indagará si la muerte tiene que ver con supuestas amenazas que habría recibido durante el enjuiciamiento de cinco personas por la tentativa de asesinato contra un allegado a Moreira.

César Peña, fiscal que investigó ese delito, indicó que Carlos Moreira fue el testigo presencial del mencionado delito y quien identificó a los presuntos delincuentes.

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Ese hecho ocurrió en el 2013, en la ciudadela Ferroviaria, en el oeste, y hace pocos días, dijo Peña, el Segundo Tribunal de Garantías Penales halló culpables a dos de los procesados. Los otros tres están prófugos.

Ayer, familiares del occiso prefirieron no referirse al asesinato. (I)