La brasileña Manuela Picq, periodista y catedrática en Ecuador, señaló este martes que la decisión de la jueza Gloria Pinzón de negar la deportación y pedir la investigación del caso, indica el grado de ilegalidad "con la cual el gobierno actuó".

Ella asegura que tras ser detenida y golpeada la noche del pasado jueves 13 de agosto, durante la jornada de protesta en contra del gobierno del presidente Rafael Correa, cuando marchaba junto a su pareja y dirigente indígena Carlos Pérez Guartambel, pasó cuatro días en custodia policial en el hotel Carrión. 

La jueza pidió la noche del lunes investigar los procedimientos de las personas que elaboraron los partes policiales y del funcionario de Migración.

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Manuela Picq denunció en Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil) que ha estado "secuestrada por el Estado". Dice que el pasado jueves, cuando fue golpeada por policías, detenida "sin ninguna razón, sin ningún (hecho) flagrante, ni ninguna acusación de nada... nunca fui detenida oficialmente". Además de que su visa fuese cancelada sin ninguna justificación, y que durante todos esos días no se le haya permitido tener contacto con nadie, y que recién ayer viera a una jueza y tuviese acceso a un proceso, avala esa afirmación.

A criterio de Picq, la detención se dio por ser la compañera de Carlos Pérez, y por escribir sobre "temas incómodos" como el extranjerismo, la minería en fuentes de agua, el Yasuní, los derechos de las mujeres, la publicación del caso Glas Viejó a nivel internacional.

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Relató que el día de la detención, primero, fue a la marcha como periodista, como profesional y académica para investigar el tema, porque escribe sobre las marchas indígenas. "No era necesariamente yo participando de la marcha, sino yo investigando la marcha; como muchos otros periodistas estuve ahí".

Segundo, "estoy acompañando a mi pareja, y cuando él fue arrestado no (me) iba a quedar de brazos cruzados diciendo: 'qué bien policía le llevan a mi pareja', tenía que defenderle, intentar detener la violencia de la Policía, y por intentar protegerle a él fui víctima de la violencia".

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Argumentó que la Constitución de Ecuador garantiza los mismos derechos a los ecuatorianos y a los extranjeros, y si "los ecuatorianos tienen el derecho a la participación política, a estar en marchas, a opinar, a pensar distinto, los extranjeros también tenemos el mismo derecho a la participación política, a estar en eventos; entonces en el caso de que yo estuviera haciendo una marcha junto con los pueblos ecuatorianos... estaría en mi derecho constitucional de hacerlo", dijo. (I)