La escena contrasta. Mientras en una pared lateral de la sede del distrito educativo del cantón Durán, murales pintados por estudiantes de varios planteles incitan a los chicos a rechazar el consumo de drogas, a la vuelta, frente al colegio Durán, con relativa discreción un joven entrega paquetes a los alumnos que empiezan a salir del establecimiento público.

Las madres de familia vinculan al individuo como uno de los supuestos expendedores de estupefacientes que a diario se ubican fuera de ese y otros colegios desde las 12:00.

La venta y consumo de drogas entre adolescentes y jóvenes, ya sea fuera de los colegios o en los barrios, es una problemática constante en la ciudad ferroviaria, la segunda más poblada del Guayas con 235.769 habitantes, según el último censo del INEC, de 2010.

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En lo que va del año, allí se han incautado 38.607 gramos de droga, principalmente clorhidrato de cocaína. Durante el 2014 se decomisaron 777.766 gramos, según cifras de la Policía Antinarcóticos.

Ramiro Arequipa, capitán del distrito de Policía Durán (cuenta con 379 uniformados), dice que la distribución de estupefacientes fuera de los centros educativos se combate con operativos y programas como Vendedor Seguro y Escuela Segura, con los que se identifica a los comerciantes informales que se sitúan en los exteriores de las instituciones y se dictan charlas preventivas a los alumnos.

Aquello, sin embargo, parecería ser insuficiente, pues en el segundo proyecto solo están inscritos 8 planteles, de 66 unidades educativas que hay en la ciudad, según sus registros.

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La situación preocupa a padres como Freddy Bohórquez, Glenda Allauca o Mercedes Rivas, quienes a la salida del colegio van a ver a sus hijos todos los días, para evitar que los adolescentes se relacionen con los supuestos expendedores, jóvenes que portan mochilas, visten camisetas, bermudas y gorra.

Con los ojos llorosos y voz entrecortada, Nancy C. cuenta que hace dos semanas descubrió que su hijo de 15 años consumía H. “Él me llegaba con vómito, tenía frío, pero nunca pensé que él iba a hacer esas cosas”, cita y añade que por ahora su hijo no va al colegio; ella acude los martes y jueves para retirar las tareas que le envían a casa.

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Arequipa refiere que los sectores con mayor incidencia de drogas son los cerros Las Cabras y Redondo, El Recreo, El Arbolito y Colinas del Valle.

“Se necesitan más controles, la situación es difícil”, dice Évelyn V., residente de Las Cabras, donde el viernes la Policía halló 10 dosis de una sustancia blanquecina. (I)

Lo que dice la ley

Art. 220
El Código Orgánico Integral Penal establece la pena privativa de libertad que va desde los dos meses a trece años a quien oferte, almacene, intermedie, distribuya, compre, venda (....) o en general efectúe tráfico ilícito de sustancias estupefacientes.

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