Han pasado cinco meses desde que culminó el contrato entre la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental Yachay Tech y la consultora inglesa Parret Laver, para que esta última empresa denominada ‘cazatalentos’ reclute a catedráticos de renombre internacional que quieran laborar en el campus construido en el cantón San Miguel de Urcuquí (Imbabura) por el actual régimen. La idea era llenar once cargos académicos de importancia: un canciller/vicerrector; 5 decanos y 5 subdecanos de facultad.

Pero hasta el 21 de julio pasado, de los once puestos por reclutar, solo se habían llenado tres con la posibilidad de que se integren dos científicos más, según Fernando Albericio, exrector de esta universidad, quien fue destituido el 21 de julio pasado por los miembros de la Comisión Gestora, máximo órgano de esta universidad.

La salida de Albericio y sus posteriores denuncias de supuestas irregularidades han puesto en la mira pública la forma como se manejan los gastos de esta institución cuyo presupuesto de este año, que se nutre íntegramente de fondos del Estado, asciende a más de 14 millones de dólares (ver cifras), según la web de la entidad.

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Incluso, una delegación de la Contraloría General del Estado estuvo el lunes último en Yachay Tech. José Andrade, rector encargado de la universidad, dijo a la prensa, a la que convocó para testificar el hecho, que la visita fue a su pedido. Cuatro días antes tras las denuncias de Albericio, Andrade cuestionó la administración del exrector y pidió que no se haga circo de esto.

Este Diario solicitó una entrevista con Andrade, pero no se concretó hasta el cierre de la edición (ver recuadro).

En la web del Sistema Oficial de Contratación Pública aparecen 37 procesos adjudicados por la universidad Yachay Tech desde junio de 2014, los que suman $ 3’509.046.

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El contrato con la consultora de Reino Unido fue adjudicado en julio de 2014 por $ 1’418.216 ($ 987.496 para servicios de búsqueda y captación y $ 430.769 por logística), el mayor monto que ha contratado esta universidad desde su creación.

Pero se dio un ajuste al aumentar el rubro destinado a la logística con la que se cubría la llegada al país de los posibles candidatos, según el exrector. Finalmente el contrato, que debía terminar en diciembre pasado, quedó en $ 1,7 millones y su ejecución se postergó hasta marzo último, dice Albericio.

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Los desembolsos debían darse en función de los resultados que la consultora presentara.

El contrato refiere que Juan Aguirre, director del Servicio Nacional de Contratación Pública, determinó que dicha contratación no se someta a las disposiciones de la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública, sino que se deberán observar las normas legales del país en que se contrate o las prácticas comerciales o modelos de negocios de aplicación internacional, bajo el principio de extraterritorialidad. El funcionario argumenta en el contrato que esto se da cuando se contratan servicios que se prestan en el exterior, por lo que no se aplica la legislación nacional.

Andrade en entrevista a El Telégrafo, señaló, sin dar detalles, que a través de este contrato que calificó como el “servicio más importante” que han requerido, ya se había captado a 7 “científicos de talla mundial”.

El actual rector (e) junto con el griego Ares Rosakis; Guruswami Ravichandran, de India; y el español Albericio fueron designados miembros de la Comisión Gestora por el presidente Rafael Correa mediante Decreto Ejecutivo 275 de abril de 2014.

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El exrector agrega que el griego Rosakis fue el que recomendó la contratación de la compañía inglesa: “Yo no los conocía... El contrato está finalizado al 30 de marzo de 2015 con lo cual tendría que haber penalizaciones y esto deben hacer los administradores del contrato”. En el proceso aparece que la universidad nombró como administrador al ingeniero Andrés Toledo, coordinador de Talento Humano de Yachay.

Albericio refiere que su salida responde a discrepancias que tuvo a partir de este año con el resto de miembros de la Comisión Gestora. Una de ellas ocurrió en una sesión de febrero pasado cuando, según Albericio, el resto de miembros de la Comisión –vía skype– sometieron a votación para que se despida al 10% del personal (unos 18 trabajadores) de la universidad. La idea era tener vacantes para la contratación de personas que laboren en un centro de transferencia de tecnología: “Me negué. En el futuro será muy importante... En febrero de 2015 no era necesario”, afirma.

El primer proceso adjudicado por Yachay Tech que aparece en el Sistema Oficial de Compras Públicas corresponde al 25 de junio de 2014 cuando la Comisión Gestora inició la contratación de los “servicios de logística para la ejecución de eventos oficiales” por $ 300.000. Nueve meses después, la Comisión Gestora comienza un segundo proceso con igual propósito, el que se adjudicó por $ 89.285.

Al respecto, Albericio, quien concedió una entrevista a este Diario vía skype, afirma que “sí se pudo hacer una mejor eficiencia de gastos” recortando eventos.

También hay varios contratos para publicidad y promoción que suman $ 262.047, así como el pago de $ 412.445 por concepto de consultorías para, por ejemplo, implementar los laboratorios para docencia.

Por concepto de la contratación de una agencia de viajes y “la provisión de servicios de pasajes aéreos”, los procesos suman $ 197.341. A más de los servicios de alimentación para los estudiantes ($ 224.100) y limpieza ($ 240.607).

El reporte de los gastos de viáticos de junio, subido en la web de la universidad, indica que la entidad pagó $ 48.695 por traslados realizados entre febrero y junio pasado. La mayor parte corresponde a pasajes aéreos internacionales por $ 31.557.

Albericio ha cuestionado también que se pagaran viáticos de hasta $ 300 al día a los miembros de la Comisión Gestora cuando venían al país, ya que la mayor parte del tiempo pasaban en el exterior, donde trabajan en otras universidades.

Andrade, por su parte, dijo esta semana en Teleamazonas que “la Comisión Gestora se ha reunido y ha votado unánimemente para prescindir” de esos viáticos de hoy en adelante.

Yachay Tech les paga a ellos, al igual que a Albericio cuando era rector, un sueldo de $ 16.300 al mes. El decreto ejecutivo 247, que regula los sueldos de las autoridades académicas, establece que para ganar ese salario deben cumplir requisitos como el de tener cien publicaciones indexadas, es decir, que hayan sido referidas en revistas científicas.

Albericio dice que realizó un análisis y afirma que encontró que al menos cuatro miembros del personal docente de Yachay Tech no cumplen con este requisito, entre ellos, Andrade.

En la web del Instituto de Tecnología de California Caltech, donde Andrade labora, aparece un listado de publicaciones por año, el que incluye a más de publicaciones indexadas, referencias de conferencias y otras de 2015 que están en revisión.

Son los hechos en torno a una universidad que conjuga en su nombre, el término quichua Yachay que significa conocimiento y el inglés Tech de tecnología, y que entre los enunciados promocionales que aparecen en su web está la frase: “Donde la riqueza son las ideas”. (I)

$ 1,5
Millones para inversión

El presupuesto de la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental Yachay Tech de este año incluye $ 1’574.303 para inversiones y $ 12’490.607 por concepto de gasto corriente, según la web de la institución. El monto total asciende a $ 14’064.910.

615
Estudiantes, en Yachay Tech

La ciudadela universitaria, inaugurada el 31 de marzo de 2014 en el cantón San Miguel de Urcuquí (Imbabura), alberga a 615 estudiantes que son parte del Grupo de Alto Rendimiento, pues alcanzaron en el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES) puntajes mayores a 930 puntos sobre 1.000.

185
Personas laboran en la universidad

El personal de la Universidad Yachay Tech hasta junio pasado incluye a 110 empleados que son parte del área administrativa más 75 docentes y académicos, según la web de la entidad. Algunos de ellos provienen de otras partes del país, como Quito y Guayaquil, por lo que reciben bonos de residencia.

La oxigenación que vemos en el liderazgo de Yachay obedece a una nueva fase más agresiva e inclinada a la excelencia investigativa”.José Andrade, rector (e)