Wilfrido Matamoros talla los jarrones que adornan su casa

Los jarrones de cerámica que decoran la casa de Wilfrido Matamoros Morla son tallados por él, como parte de un pasatiempo que comenzó hace cinco años ocasionalmente, recuerda el gerente de la Fundación Guayaquil Siglo XXI.

Su esposa, Consuelo Vargas Ortega, se había inscrito en un curso de cerámica al horno, relata. Y a manera de tarea en casa, debía decorar un jarrón en crudo, con flores y otros detalles. “En el curso solamente dibujaban en el entorno y pintaban en plano, entonces yo le dije a mi esposa que lo bonito del tallado es que las figuras quedan en alto relieve, resaltan. Ahí comenzó todo”, cuenta Matamoros, ingeniero civil de 79 años, que dirige Guayaquil Siglo XXI, desde el 2001.

La primera obra le tomó un mes, pues recién se iniciaba en el arte y cada noche se dedicaba a tallar de una a dos horas.

Ramos de flores entrelazados y hojas de árboles silueteadas son parte de ese primer decorado que ahora exhibe como portalámparas en la sala principal de su casa, en la ciudadela Kennedy, en el norte.

En total ha tallado 10 jarrones y prepara otros cuatro. Dos de sus preferidos son en los que plasmó la estrella del escudo de Guayaquil y las imágenes del mono, el bagre y el papagayo, que tienen monumentos en el norte y suroeste de la ciudad.

Ese último recuerdo está en la sala de música de su esposa, quien es aficionada a instrumentos como el bongó y las maracas.

Matamoros afirma que se dejó contagiar de ese gusto de su cónyuge con quien procreó 4 hijos, adultos todos. Y aunque no canta, se define como un buen bailarín de ritmos tropicales, la salsa específicamente, género en el que resalta a Celia Cruz y la Sonora Matancera.

“Son artistas y grupos que sonaron en mi época de joven. A mí me gustan mucho”, cita.

Bachiller del colegio fiscal Vicente Rocafuerte y graduado en la Universidad de Guayaquil, dice estar orgulloso de dirigir obras de regeneración urbana que han embellecido la ciudad en la que también trabajó en el ámbito privado.

De esa faceta destaca el haber dirigido la construcción del complejo World Trade Center, en la av. Francisco de Orellana. Esto, entre 1995 y el 2000, cuando era gerente técnico de la empresa Cemcoral.

Como ingeniero también se involucró en gremios afines a su oficio. Fue director de la Cámara de la Construcción y del Colegio de Ingenieros Civiles.

El miércoles fue reelegido como gerente de Guayaquil Siglo XXI para dos años más. (I)