El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez, pidió ayer a los principales partidos políticos del país el respaldo para desplegar a la Fuerza Armada en el Gran San Salvador para dar seguridad a transportistas amenazados por pandillas, que han forzado un paro del servicio.

El mandatario reveló que en las próximas horas los principales partidos políticos del país y el Gobierno se reunirán para abordar “la agresión de las pandillas”, en donde realizará formalmente dicha petición.

El Gran San Salvador se compone por la capital y municipios circundantes como Soyapango, Apopa, Mejicanos, Ciudad Delgado y otros que forman parte de la lista de municipios más peligrosos de El Salvador.

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Reveló que su delegado en dicha reunión será el comisionado presidencial de Seguridad, Hato Hasbún.

El jefe de Estado no detalló el número de efectivos que se desplegarían y que se sumarían a los más de 6.000 reservistas que patrullan las calles. El cien por ciento de la policía está en servicio activo también.

Las autoridades del gobierno salvadoreño confirmaron que un total de seis choferes fueron asesinados en menos de 48 horas, el ataque con granada a un microbús y la incineración de dos automotores en el último sábado.

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Los empresarios del transporte han suspendido la labores de 101 rutas “obligados” por los ataques y amenazas de muerte de los pandilleros.(I)