Vendedores ambulantes se atestaron ayer en las inmediaciones del Parque Samanes, por la entrada de la avenida Francisco de Orellana. Algunos incluso interrumpían el paso por la pista atlética.

Jugos de naranja, botellas de agua, granizados, mote con chicharrón, chuzos, maduros asados, entre otros, fueron parte de la oferta que se instaló por la alta concurrencia al parque durante este fin de semana.

Hace meses atrás esta situación, que genera quejas, fue combatida por guardaparques y policías metropolitanos y, según los vendedores, hasta hubo confiscación de mercadería.

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Parte del carril central de la avenida Orellana, en el sentido centro-norte, también fue ocupado ayer por vehículos. (I)