Aviones de guerra de la coalición internacional que encabeza Arabia Saudí atacaron una zona residencial en una tranquila localidad portuaria frente al Mar Rojo en Yemen, y causaron la muerte de al menos 120 personas, en la incursión aérea que ha dejado el mayor saldo rojo entre civiles desde la ofensiva lanzada en marzo, dijeron funcionarios de seguridad y del sector médico.

Horas después, la coalición anunció imprevistamente que poco antes del domingo daría inicio a una pausa humanitaria de cinco días.

Los bombardeos del viernes en la noche estuvieron dirigidos contra una planta generadora de electricidad y afectaron una zona de viviendas de trabajadores en Mokha, donde derruyeron algunos edificios, dijeron las autoridades. Un incendio comenzó en la zona y muchos cadáveres quedaron calcinados, incluidos los de niños, mujeres y ancianos.

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Wahib Mohammed, residente de la zona atacada, dijo que varios cuerpos fueron despedazados debido a la fuerza de las explosiones y se les sepultó el sábado en una fosa colectiva.

Algunos de los ataques también dañaron corrales de ganado, afirmó. Había charcos de sangre de personas y animales en diversas partes circundantes.

Debido a esta incursión aérea mortífera aumentaron las preocupaciones de que los ataques aéreos de la coalición que encabeza Arabia Saudí causan cada vez más bajas civiles en la lucha contra los rebeldes chiíes conocidos como hutíes.

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"La incursión muestra cuál es la tendencia de los ataques de la coalición", declaró Hassan Boucenine, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras, con sede en Ginebra. "Ahora es una casa, un mercado, todo".

Agregó que muchos de los trabajadores tenían a sus familias de visita por la festividad del Eid al-Fitr al finalizar el mes sagrado islámico del Ramadán.

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Mokha, poblada principalmente por pescadores, tenía la fama de ser una de las ciudades más seguras en el país, dijo Boucenne. (I)