Pueblo del Guayas, rico y poderoso,/ en los tres reinos que Natura dio./ Tu asiento forma llano majestuoso/ y le circunda fiel vegetación. Rita Lecumberri Robles

Estos útiles escolares que ahora son bastante desconocidos por los estudiantes de escuelas y colegios, porque resultaron desplazados por las nuevas corrientes pedagógicas y la tecnología reinante, tuvieron papel importante en la instrucción del estudiantado guayaquileña y lo ayudaron a la presentación de una bella letra manuscrita y a una adecuada expresión en su conversación diaria.

Hasta más allá de la segunda mitad del siglo XX el uso de los cuadernos de Caligrafía y/o Escritura Inglesa, cuyo modelo o patrón de letra de sus páginas se seguían con el apoyo del canutero, el frasco de tinta y el papel secante, fue importante para conseguir letra clara y legible no exenta de vistosidad.

Lo mismo ocurría con los Cuadernos de Verbos, que facilitaban el aprendizaje de la conjugación de los verbos,regurales, irregulares y auxiliares que han servido en todas las épocas y a todas las personas.

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Los tradicionales almacenes y librerías como Rodríguez, Cervantes, Conquito, Ariel, Santiago, García, La Sociedad, etcétera, vendían los textos en referencia que editaban La Reforma, Reed & Reed, Editorial Colón y otras empresas editoriales de la ciudad.

El uso del cuaderno de caligrafía, la tinta y el canutero dejó incontables anécdotas, especialmente los que ocurrieron en plena clase cuando el frasco se volteaba y su contenido caía sobre cuadernos, uniformes y manos no solo de su dueño, sino del resto de compañeros deseosos de ayudar a solucionar el inesperado accidente. (I)