Una investigación sobre las denuncias de que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva usó su influencia a favor de la constructora Odebrecht podría manchar la imagen del exmandatario y debilitar al Partido de los Trabajadores, dijeron ayer analistas.

La Fiscalía Federal anunció el jueves la investigación, al parecer es la primera vez que se relaciona al popular exmandatario con una pesquisa penal, aunque numerosos de sus colaboradores han enfrentado acusaciones en casos de corrupción.

La Fiscalía dijo que intenta determinar si Lula recibió dinero a fin de persuadir a gobernantes extranjeros para que concedieran a Odebrecht contratos con precios inflados y para que el Banco Nacional de Desarrollo Económico de Brasil otorgara a la empresa créditos por más de 1.000 millones de dólares a bajos intereses. Los supuestos hechos sucedieron cuando Lula dejó el cargo.

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De acuerdo con la ley brasileña, es ilegal el tráfico de influencias para beneficiarse de un funcionario o una institución pública. (I)