México lanzó ayer una cacería para dar con el poderoso barón de las drogas, Joaquín Chapo Guzmán, quien logró fugarse de la que era considerada la prisión más segura del país a través de un túnel de 1,5 kilómetros que llegaba hasta su celda.

El túnel, que conectaba la celda del capo con una vivienda afuera del penal, permitió a Guzmán conseguir lo que las autoridades mexicanas prometieron que no pasaría cuando lo recapturaron hace poco más de un año: escapar por segunda vez de una cárcel federal de máxima seguridad.

El presidente Enrique Peña Nieto, quien después de su recaptura en 2014 dijo que sería “imperdonable” que se les volviera a escapar, calificó ayer la fuga como una “afrenta” y ordenó investigar posibles complicidades de funcionarios federales que custodian la cárcel. Unos 18 guardias han sido interrogados como sospechosos.

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En un mensaje desde París, donde llegó para una visita de Estado por Francia, Peña Nieto confió que los entes de seguridad puedan ubicar y volver a detener al hombre considerado el líder del cartel de Sinaloa.

En un mensaje a la prensa en el que no aceptó preguntas, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, indicó ayer que al túnel se ingresaba a través del área de la ducha, dentro de la propia celda del capo.

En 2001 ya había logrado escapar de otro penal de máxima seguridad, entonces escondido en un carrito de lavandería.

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Su detención en febrero de 2014 levantó muchas suspicacias, ya que Guzmán fue detenido por la Marina en un condominio en Mazatlán sin uso de fuerza ni armas, tras trece años de haber estado prófugo.

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“El hecho de la pura fuga pone en grave situación a la política de seguridad en general de la administración. No puede tratarse como siempre lo hacen, como un hecho aislado”, dijo Javier Oliva, analista político de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegurando que el escape muestra los “notables niveles de corrupción” que hay en México.

Expertos en carteles de la droga cree que Joaquín Guzmán podría retomar pronto y por completo el control del cartel de Sinaloa.

Chicago lo busca

Así, el Chapo recuperó ayer el título de Enemigo Público Número 1 de Chicago, Estados Unidos. Un grupo de Illinois que combate al crimen informó que la fuga del barón de las drogas ocurrida el fin de semana significa que le fue reinstaurado el título que le fue retirado el año pasado tras ser capturado.

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La etiqueta solo la había ostentado el gánster Al Capone en 1930, y se la usó con Guzmán en 2013 para evidenciar el dominio su cartel en el negocio de las drogas en Chicago.

El portavoz John Pastuovic dijo que la fuga de Guzmán demuestra que las autoridades mexicanos no están “equipadas” para retener al Chapo. Agregó que Guzmán debería ser extraditado a Estado Unidos si es capturado de nuevo.

México había informado que Estados Unidos no presentó ninguna solicitud formal de extradición, aduciendo que confiaba plenamente en el sistema carcelario de ese país, no obstante, no está claro si lo hizo en las últimas semanas.

Michael S. Vigil, quien es un retirado jefe de operaciones internacionales de la Administración de Control de Drogas (DEA) de EE.UU., opinó que si Guzmán no es atrapado dentro de 48 horas, “quizás nunca lo encontremos de nuevo”. (I)