Michaelis Kotaras, un jubilado de 78 años, está enojado porque ahora debe madrugar y hacer largas filas en el banco para apenas recibir 120 euros (134 dólares), la cuarta parte de su pensión mensual; mientras que Vassilis, un ingeniero electrónico de 38 años, trata de “estirar” sus ahorros en Londres, a donde viajó en busca de trabajo, ante la restricción del gobierno griego de retirar solo 60 euros diarios ($67) de los cajeros.

Los helenos vieron el acceso a sus depósitos limitados desde el 28 de junio pasado (dentro y fuera del país) cuando el gobierno impuso medidas de control de capitales y el cierre de bancos, para que el sistema financiero no se quede sin fondos. Tras meses de negociaciones fallidas entre Atenas y los acreedores (la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Grecia se convirtió el 1 de julio en el primer país desarrollado en caer en mora al incumplir el pago de 1.600 millones de euros al FMI.

Días antes de que se venciera este plazo, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en medio del feriado bancario convocó a un referéndum instando al pueblo a contestar No a la propuesta de los acreedores que, entre otras medidas, pedía recortes equivalentes al 0,5% del PIB en los próximos tres años.

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El domingo 5, Tsipras celebró al ganar el ‘No’, no obstante, el feriado bancario se extendió, la permanencia de Grecia en la Eurozona no está definida y las negociaciones, para un tercer rescate aún no llegaban hasta ayer a buen término.

Los ministros de Finanzas de la zona euro dijeron ayer a su par griego que Atenas debe ir más allá de la serie de propuestas de reformas presentada inicialmente si quiere quiere negociar un rescate

Pero la crisis en Grecia no es de ahora. Antes de que adoptara el euro en el 2001 ya estaba en dificultades económicas. Se enfrascó en un endeudamiento durante tres décadas que comenzó a principios de la de 1980, dinero que fue gastado en empleos gubernamentales de alto perfil para simpatizantes de los dos principales partidos políticos de la nación: el PASOK de centroizquierda y el Nueva Democracia de centroderecha. Turnándose en el poder pagaron bien a sus seguidores, lo que empujó hacia arriba los salarios en el sector privado y convirtió a Grecia en un lugar caro para hacer negocios.

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Además se hicieron de la vista gorda ante la amplia evasión fiscal. Profesionales independientes (incluidos médicos y abogados) reportaban ingresos menores a los de los obreros.

La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) confirmó en el 2004 que Atenas, desde el 2000 había proporcionado datos falsos sobre su contabilidad. La corrupción y evasión fiscal, reconocidas por el propio gobierno, provocaron un déficit superior al 3% del PIB, incluso cuatro años antes, incumpliendo el Pacto de Estabilidad de la moneda común.

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Para la oposición, el gasto público se disparó aún más cuando Atenas fue en el 2004 sede de los Juegos Olímpicos que costaron casi 9.000 millones de euros, el doble del presupuesto original. Las decenas de estadios e infraestructura levantada para el evento hoy luce abandonada y otras a medio usar.

En octubre del 2009, después de que la crisis financiera global hizo que los inversionistas sean más cuidadosos del riesgo, la Unión Europea (UE) le exigió al recién elegido primer ministro George Papandreu la revisión de las cuentas públicas.

El funcionario reveló que el anterior gobierno conservador de Nueva Democracia había dejado un déficit presupuestario del 12,7% del PIB y no de 3,7% como reportó a Eurostat.

Sus finanzas estaban fuera de control y sus costos de endeudamiento se dispararon. Los países de la Eurozona temerosos de una cesación de pagos o default intervinieron.

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El primer rescate a Grecia fue aprobado en mayo del 2010 con 110.000 millones de euros hasta junio del 2013, al que el FMI se comprometió a aportar 30.000 millones de euros.

El segundo programa de asistencia financiera a Grecia, en cambio, ya se enmarcó dentro del Fondo Temporal de Rescate y ascendió a 130.000 millones de euros, más las cantidades que quedaban pendientes de desembolso del primer rescate, para el periodo 2012-2014.

En total, Atenas ha recibido hasta ahora dos rescates de la UE y el FMI, que suman unos 243.000 millones de euros. Una cifra que representa más del 130% de su PIB. En ambos casos se impusieron medidas de austeridad como recortes del gasto público, mayores impuestos y reformas al sistema de pensiones y el mercado laboral.

Mientras los griegos salen a las calles rechazando más recortes. (I)