Actualizado a las 14:03

El papa Francisco llegó este viernes a Asunción, donde estará hasta el domingo y cerrará una gira latinoamericana que antes le ha llevado a Ecuador y a Bolivia.

El avión de la compañía Alitalia en el que viajaba el papa, procedente de Bolivia, aterrizó a las 14:48 hora local (13:48 de Ecuador) en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, de Paraguay, un país donde el 90% de la población profesa la fe católica y un alto porcentaje vive en la pobreza. Fue recibido por el presidente Horacio Cartes y autoridades religiosas.

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Bajo la lluvia, Francisco descendió sonriente del avión y saludó a la multitud que lo aguardaba. Un coro de niños, integrado en parte por niños de la etnia Mbya, una de los 20 grupos indígenas que sobreviven en Paraguay en extrema pobreza, entonó el himno de Paraguay en idioma guaraní y el himno pontificio.

Un coro más pequeño integrado por niños Mbya, de asentamientos de la ciudad de Luque; y niños Aché de la selva en el noreste del país, cantaron en tres idiomas la canción "Jesuscristo para siempre": aché, guaraní y español. Una niña de la etnia Aché le entregó un ramo de flores al papa.

Acompañado de Cartes, Francisco bendijo en el aeropuerto una placa que recuerda la visita a Paraguay del papa Juan Pablo II en 1988. Sentados en la pista de aterrizaje, ambos asistieron a un baile típico realizado por un grupo de bailarines en honor al pontífice.

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Antes de retirarse, el papa bendijo a los niños del coro que cantaron en la ceremonia, que lo abrazaron.

Miles de personas se congregaron en la terminal aérea para recibir al primer papa latinoamericano, y la ciudad de Asunción, una capital que tiene avenidas con nombres como Santísima Trinidad y Santísimo Sacramento, lucía miles de banderas de Paraguay y el Vaticano y carteles de bienvenida.

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Agenda

Durante su visita que se prolongará durante tres días, el papa se entrevistará con el presidente Cartes y tendrá encuentros con autoridades nacionales y eclesiásticas, así como con representantes diplomáticos, de la sociedad civil y misas multitudinarias como las que presidirá el sábado en el santuario de Caacupé, a unos 55 kilómetros de Asunción.

Pero Francisco también dedicará su tiempo a visitar un hospital pediátrico que atiende a niños con cáncer, escuchará a un coro de niños indígenas, tendrá un encuentro con las presidiarias de una cárcel de mujeres y visitará el pobrísimo barrio asunceño de Bañado Norte.

La visita del papa Francisco ha generado una enorme expectativa en un país donde el 24% de la población vive debajo de la línea de pobreza, el 14% no tiene empleo y donde 110.000 indígenas sobreviven en condiciones económicas y sociales paupérrimas.

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El papa ofrecerá dos misas multitudinarias en suelo paraguayo. El sábado lo hará en Caacupé, el principal bastión de la fe católica del país, donde cuenta la leyenda que la virgen María le salvó la vida a un indígena guaraní cuando fue atacado por una tribu enemiga.

Y el domingo Francisco dará misa en Ñu Guasú, ("Campo Grande", en guaraní), un predio de la Fuerza Aérea Paraguaya en las afueras de Asunción. Para la ocasión, el artista plástico Koki Ruiz construyó un altar con 40.000 espigas de maíz, 200.000 cocos y 1.000 calabazas, un homenaje a los indígenas guaraníes que veneraban a la tierra por ofrecerle esos alimentos.

Se espera que más de un millón de fieles, paraguayos y de países vecinos, asistan a la misa de Ñu Guasú.

Se trata de la segunda visita de un papa a Paraguay, la primera desde que el país recuperó la democracia en 1989. Cuando Juan Pablo II llegó en 1988 cuando el país vivía bajo una dictadura militar encabezada por el presidente Alfredo Stroessner.

Periplo pastoral

El papa Francisco arribó a Paraguay, procedente de Bolivia. Antes estuvo en Ecuador.

El pontífice, su comitiva y los periodistas que le acompañan despegaron en un avión de la compañía Alitalia, que salió del aeropuerto internacional Viru Viru de la ciudad de Santa Cruz (este) a las 13:20 hora local (12:20 de Ecuador), solo con minutos de retraso respecto al programa oficial.

Francisco llegó al aeropuerto en el papamóvil, tras recorrer las calles llenas de decenas de miles de personas que le volvieron a aplaudir y le vitorearon para despedirlo. El presidente boliviano, Evo Morales, encabezó la ceremonia de despedida y dio un abrazo al pontífice antes de que abordara el avión.

Al acto también asistieron los ministros de Exteriores, David Choquehuanca, y de Gobierno (Interior), Carlos Romero; el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas; la presidenta de la Cámara de Diputados, la oficialista Gabriela Montaño, y los representantes de la Conferencia Episcopal Boliviana.

En el tercer y último día de su visita, el pontífice se reunió con los reclusos de la cárcel de Palmasola, la más conflictiva del país, y también tuvo un encuentro con los obispos de Bolivia.

Francisco es el segundo pontífice que llegó a Bolivia 27 años después de la visita de Juan Pablo II en 1988.  (I)