Al menos 25 personas, entre ellas un niño de 2 años, murieron producto del estallido de una bomba este martes en el poblado de Zaria, en el norte de Nigeria. Testigos señalaron que una mujer suicida cargada con explosivos ocasionó la detonación.

"Vi tres camiones cargados con partes corporales que fueron retirados por la policía", dijo Aisha Mohammed, quien estaba en el pasillo de la sede de gobierno cuando ocurrió la explosión el martes por la mañana.

Este es el ataque más reciente tras una serie de atentados con explosivos y disparon que se han registrado en ese país y que se atribuyen al grupo extremista islámico Boko Haram.

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Un reportero de AP vio en la morgue algunos cadáveres que quedaron carbonizados, lo que impedía su identificación.

El gobernador Nasir El-Rufai instó a los ciudadanos a evitar lugares públicos atestados, incluidas iglesias y mezquitas, ya que los milicianos han aumentado los ataques y han matado a unas 300 personas en una semana. Boko Haram podría estar respondiendo a una orden del grupo Estado Islámico de cometer más actos de violencia durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.

Han sido hospitalizadas 50 personas heridas, agregaron voceros de la gobernación.

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También el martes, combatientes de Boko Haram cruzaron la frontera a Camerún y tres murieron en un feroz enfrentamiento con soldados, dijo Issa Tchiroma Bakary, vocero del gobierno camerunés.

Boko Haram quiere instalar un Estado islámico en Nigeria, una nación de aproximadamente 170 millones de habitantes dividida entre un norte predominantemente musulmán y un sur cristiano. Los extremistas dicen que la democracia solo ha traído aflicciones al mayor productor de petróleo de África, que cuenta con la economía más rica del continente.