El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, rechazó las advertencias europeas de que los griegos estarán decidiendo sobre su futuro en la zona euro en el referendo de mañana. Aseguró que las negociaciones con los acreedores internacionales en busca de un acuerdo mejor seguirán tras la votación.

Tsipras dijo ayer que un reporte del FMI, que aseguró que la enorme deuda del país no es sostenible sin quitas significativas, justifica su consejo de rechazar las condiciones de los acreedores.

Repitiendo sus críticas contra sus socios europeos, a los que acusó de chantaje y de enviar ultimátums a Grecia, el líder izquierdista pidió calma antes de la consulta, mientras dos sondeos mostraban que el ‘sí’ y el ‘no’ están igualados.

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Una encuesta del instituto ALCO indicó que el ‘sí’ tiene un 44,8% de apoyo, frente al 44,3% del ‘no’; con un 11,8% de indecisos. Otro sondeo colocó al ‘no’ con un 43%, frente al 42,5% por el ‘sí’ y el 9% de indecisos.

“Lo que está en juego el domingo no es la permanencia de Grecia en Europa, sino si el chantaje nos obligará a aceptar la continuación de una política que los mismos prestamistas reconocen que es un callejón sin salida”, dijo Tsipras. “Lo que está en juego el domingo es si daremos consentimiento a la muerte lenta de la economía”.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, rechazaron la versión de Tsipras de que su gobierno será capaz de moverse rápidamente para negociar condiciones más favorables si los griegos apoyan su rechazo. (I)