Francia rechazó rápidamente este viernes un pedido de asilo del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

El creador del sitio de Internet sobre transparencia había recurrido directamente al presidente François Hollande, días después de que WikiLeaks publicó documentos que demostraban que Estados Unidos había espiado a sucesivos líderes franceses, incluido el propio Hollande.

"Mi vida está en peligro", escribió Assange en una carta al presidente socialista francés que fue publicada por el diario Le Monde. "Francia es el único país que puede ofrecerme la protección necesaria contra (...) las persecuciones políticas que enfrento", agregó.

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Assange ha estado viviendo durante los últimos tres años en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió para evitar una extradición a Suecia por acusaciones de delitos sexuales.

El fundador de WikiLeaks teme que Suecia lo extradite a Estados Unidos, donde podría ser enjuiciado por la publicación de una gran cantidad de documentos clasificados.

Menos de una hora después de que la carta fue publicada por el sitio web de Le Monde, la oficina de Hollande emitió un comunicado diciendo que rechazaba el pedido de asilo.

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Su hijo es francés

"Francia ha recibido una carta del señor Assange. Una revisión profunda muestra que ante los elementos legales y concretos de la situación del señor Assange, Francia no puede aceptar su pedido", señala el texto.

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"La situación del señor Assange no presenta ningún riesgo inmediato. Además es sujeto de un pedido de arresto europeo", agregó el comunicado de París.

Assange escribió en la misiva que su hijo menor es francés, al igual que la madre del niño. "No he podido verlos en cinco años, desde que comenzó la persecución política en mi contra", puntualizó.

Agregó que se sintió "muy conmovido" de que la ministra de Justicia de Francia, Christiane Taubira, haya llamado a que el país le otorgara asilo.

Lea también: Ecuador ratifica asilo indefinido a Julian Assange tras fallo de justicia sueca

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La publicación de WikiLeaks de documentos militares y diplomáticos clasificados hace cinco años generó la furia de Washington y, según señalan sus críticos, dañó a la seguridad estadounidense y puso vidas en riesgo.

Quienes respaldan la difusión del material consideran que reveló secretos del Gobierno estadounidense que la población tenía derecho a saber.

WikiLeaks difundió la semana pasada documentos que dijo que demuestran que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos espió a los últimos tres presidentes de Francia, lo que llevó a Hollande a quejarse ante el mandatario estadounidense, Barack Obama. (I)