La reapertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana este 20 de julio podría fomentar la inversión de las empresas estadounidenses, que se están moviendo con cautela a pesar del entusiasmo inicial.

El presidente estadounidense, Barack Obama, utilizó sus poderes ejecutivos para flexibilizar modestamente algunas restricciones a los viajes, los negocios y las telecomunicaciones desde que selló su avance diplomático con Cuba el 17 de diciembre.

“Esto es más que un simbolismo”, dijo Geoff Thale, director del programa de la Oficina de Washington para América Latina, un grupo que aboga por la distensión entre Estados Unidos y Cuba. “La apertura de las embajadas aumentará el nivel de facilidades para las empresas de Estados Unidos”, dijo.

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Una embajada estadounidense a pleno funcionamiento también podría ayudar a que un mayor número de estadounidenses viaje a la isla de Gobierno comunista.

Aunque la ley estadounidense limita los viajes autorizados a Cuba y prohíbe el turismo, miles de estadounidenses más logran llegar de todos modos a la isla a través de terceros países como México y Canadá.

Un abogado de Washington lo calificó como parte de “un protocolo de no aplicación” de la ley por parte del Gobierno de EE.UU., aunque el Ejecutivo no ha dado indicación de que se esté haciendo la vista gorda.

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Algunos defensores estadounidenses de la normalización plena de los nexos con Cuba esperan que el gradual desmoronamiento de las restricciones consiga “vaciar” el embargo, que bloquea la mayor parte del contacto comercial entre los dos países. En los últimos meses, surgieron en el Congreso varios proyectos relacionados con Cuba, con un número creciente de partidarios de ambos lados del espectro político.

Una medida impulsada por Jeff Flake, senador republicano por Arizona, para poner fin a la prohibición de viajar atrajo a más de 40 patrocinadores.

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La senadora demócrata Amy Klobuchar, de Minnesota, autora de una legislación para rescindir por completo el embargo, cree que la apertura de las embajadas y el restablecimiento de las relaciones son un importante paso en favor de la disminución de las barreras con Cuba. “Creo que está ganando más impulso de lo que pensé”, aseguró. (I)