Con los acordes de una guitarra, el profesor Gabriel Granja cantaba ayer Guayaquileño madero de guerrero, mientras avanzaba por las calles del Barrio Centenario, secundado por cerca de 40 niños del centro educativo Vida Nueva.

Los alumnos lucieron prendas celeste y blanco, alusivos a la ciudad, que ayer recibió homenajes de varias instituciones educativas. Además de Vida Nueva, desfilaron y cantaron a Guayaquil, los niños de la escuela Margarita Bosco.

La algarabía de los niños, algunos vestidos como Juan Pueblo (personaje que representa el civismo), fue aplaudida. Orgullosos papás acompañaron a sus hijos, como Maribel Santana, quien dijo sentirse contenta de su niña Milena Carbo, del centro Vida Nueva. “Pedí permiso una hora en el trabajo”, mencionó la mamá. (I)