La cabecera norte del aeropuerto José Joaquín de Olmedo es la puerta de entrada al Guayaquil progresista, comercial, turístico y cálido como su gente.

El welcome (bienvenidos) impregnado en la ribera del río impacta a los visitantes que llegan por primera vez o a quien vuelve a la urbe, que vive sus fiestas julianas por los 480 años del proceso fundacional. La terminal de este aeropuerto ha ganado sucesivos premios mundiales en su categoría de 2 a 5 millones de pasajeros por año. (I)

 

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