Tomás Sánchez, presidente de la Comisión Interventora y Fortalecimiento Institucional de la UNL, resalta que se hará una comprobación, acompañamiento y trabajar con quienes forman parte de la UNL para recuperar el nivel que tiene la Universidad.

Las autoridades del Consejo de Educación Superior (CES), que ya empezaron a instalarse dentro de la institución, aclararon que la intervención es una medida académica, administrativa de carácter cautelar temporal y que no suspende el funcionamiento de la UNL. 

El objetivo es elevar la capacidad de gestión, mediante la normalización, evitando prejuicios a la comunidad universitaria, se indicó.

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"Queremos todo trabajarlo en conjunto... Vamos a escuchar a todo el mundo. Vamos a convivir y tratar de que esa convivencia sea unida, y pongamos los hombros juntos para que saquemos a esta Universidad en la evaluación que ya se nos viene de (la carrera) Derecho", dijo Sánchez. Agregó que si no había mucho trabajo en la institución, ahora se duplicará.

Los delegados del CES llegaron pasado el mediodía a las instalaciones de la universidad, y se toparon con los grupos críticos a la actual administración universitaria, controlados por un numeroso grupo de policías.

Se presentó a quienes serán parte de la comisión interventora: José Tomás Sánchez Jaime, presidente; y Richard González Dávila y Ana María Albuja, como sus integrantes.

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El rector de la UNL, Gustavo Villacís, dijo someterse a la decisión tomada, aunque reparó en su desacuerdo en términos jurídicos. "Estoy aquí para acatar las decisiones del Consejo de Educación Superior. No puede ser de otra forma, independientemente que no las comparto. Y que la Universidad Nacional de Loja, en el ámbito que nos asiste, vamos a hacer las declaraciones a las que creemos tenemos derecho. Ése es el término en el cual nos vamos a manejar".